CAPÍTULO 11: EL PASADO DE SEIGI

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Natsuki Kurokarasu ha desaparecido sin dejar rastro. A pesar de que fue ella quien los estaba siguiendo, abandonó la misión en cuanto estuvo en aprietos. Seigi y Moroha comprobaron varias veces los alrededores, tanto buscando su chakra como visualmente, pero no consiguieron resultados positivos.

Dejaron el pueblo al poco tiempo, tenían que evitar ser localizados de nuevo. Podría volver con refuerzos y luchar en ese lugar sería perjudicial. Si Moroha iba en serio, terminaría destruyendo los edificios, y atraería la atención de los anbu de Konoha, cosa que quiere evitar.

Faltan un par de horas para que el sol se ponga, y más de dos días en llegar a su destino. Hasta este momento, Moroha no quiso preguntar, pero siente que ya es tiempo de hacerlo.

"Esa chica... ¿Quién era? ¿Y qué es Fumetsu?"

Rompió el silencio que había. Necesita saber que ocurrió anteriormente. En ese entonces, él actuó para ayudar a Seigi, pero tiene que saber porque esa chica iba tras él. Tras pensar en que responder, Seigi decide responder.

"Todo comenzó hace 12 años."

Comienza a contarle la historia. Hasta hace 12 años, Seigi y su familia vivían en una pequeña aldea del país del Agua. En una noche, su aldea fue totalmente masacrada. Aunque tenían práctica con el chakra, no llegaban al nivel de un mero genin. Los adultos fueron asesinados, los niños secuestrados. Lo único que él recuerda de esa noche es como sus padres los ocultaron a él y a su hermana pequeña dentro de un armario, como ella lloraba sin parar, y como los enmascarados los descubrieron y se los llevaron.

Las habitaciones blancas, los experimentos interminables que sufrieron, el dolor que les produjeron, la desesperación que sintieron. Todo eso todavía está dentro de él.

Pero todo cambió dos años después de que fueran secuestrados.

***

La noche ha caído, pero por alguna razón hay una extraña sensación en el aire. No puede dormir. Unos pasos que se acercan, aunque son muy débiles, son varias personas, aunque parece ser un número pequeño. Tres, quizás.

Por su experiencia hasta ahora, cuando los adultos van a esa zona a esas horas, no es para nada bueno. No voy a permitir que jueguen conmigo., se dice para sí mismo, y tapa la almohada con las sábanas. La usará como cebo. Mientras tanto, él, se pone detrás de la puerta, para que no lo vean al entrar.

A los segundos, la puerta se abre. Aunque la luz está apagada, parecen no tener problemas en moverse por la habitación, pero también puede ser porque es un cuarto pequeño. Es tarde en la noche, y él ya tendría que estar dormido, por lo que se acercan a la cama y comienzan a apuñar al bulto. Pero al no ver sangre, retiran las sábanas y lo que se encuentran es una almohada.

Con eso lo sabe. Ellos lo querían matar. No los perdonará. Los aniquilará. Aniquilará a todos y saldrá de allí. Nadie se salvará. Ahora mismo siente que su poder está en su máximo punto, lo nota fluir por todo su cuerpo.

Se giran los tres hombres y lo ven allí quieto, dispuesto a matarlos. Son incapaces de moverse, a pesar de que lucen experimentados. Intentan reaccionar, pero antes de que se dieran cuenta el hombre del medio estaba sangrando por el cuello, y el cuchillo que tendría que tener en su mano, ahora está en manos del chico.

En el siguiente momento, y con un rápido movimiento clava el cuchillo en el pecho al de la izquierda saltando sobre él. Lo retira y hace la misma acción con el restante. Ninguno de los tres supieron como murieron. Ninguno de los tres sintió dolor. Simplemente, tuvieron suerte.

Sale de la habitación, y mientras avanza por el pasillo, comienza a liberar su chakra que hasta ahora estuvo conteniendo. Sus instintos han despertado, ahora es una bestia que acaba de ser liberada. El chakra comienza a transformarse en rayos, está aplicando la transformación del chakra a la naturaleza del rayo de manera inconsciente.

A las horas después, el cielo comenzó a rugir. Las nubes tormentosas ocultaron por completo las estrellas de la noche, mientras que los rayos recorren las nubes, mientras aumentan su poder. Al poco, la cabeza de un dragón surge desde el cielo y cae sobre un gran edificio. Ese edificio eran las instalaciones donde ciertos experimentos se estaban realizando. Y ese sería el mayor lamento del chico. Perdió a alguien importante en su deseo de la venganza. Con esto, él comenzó la investigación, y finalmente descubrió la verdad.

***

"No me esperaba algo así... ¿Pero por qué te persiguen?"

"Ni idea, supongo que me buscan por haber destruído sus instalaciones... y por haber matado a los pocos niños que resultaron ser compatibles con sus experimentos."

Seigi terminó de contar lo ocurrido. Después de escapar, comenzó a investigar quienes eran y, aunque estaban afiliados a tres países diferentes, cierta organización estaba detrás de todo: Fumetsu. Hace unos cinco años, pudo infiltrarse en una de sus instalaciones de investigación, y allí pudo averiguar su objetivo. Reencarnar al dios Jashin, que se dice que puede conceder la inmortalidad.

Y, en ese momento, fue descubierto por primera vez desde que se marchó. No dudó, y fue en serio, era un objetivo a matar. Pero, a pesar de que le atravesó el corazón en numerosas ocasiones, se levantaba una y otra vez, sin herida alguna. Es entonces cuando lo comprendió: los afiliados a Fumetsu, haciendo honor a su nombre, son inmortales.

Tengo que hacer algo para vencerlo., con eso en mente desarrolló una poderosa técnica. Su basto chakra, junto con un poder especial, le permitió crear unas llamas que lo aniquilan todo, unas hermosas llamas negras capaces de consumirlo todo y con las que podría detener a un inmortal. Es por eso que la denominó Territorio del Dios de la llama -Vulcanus-.

"Ya veo... Pero, ¿no me dijiste que habías creado Vulcanus para contrarrestar Amaterasu?"

"Eso solo fue una mentira. No fue falso que conocí a un Uzumaki que podía usar esa técnica y que me enfrenté a él, pero en ese entonces ya disponía de Vulcanus. Pero dejemos de hablar de esas cosas."

Con una sonrisa falsa en su rostro, Seigi decide dar por terminado la conversación acerca de su pasado. Por supuesto, siempre consideró el decirle a Moroha la verdad acerca del motivo por el que desea la destrucción de tres aldeas, pero quería esperar hasta que todo estuviera preparado.

Moroha, por su parte, comprende lo doloroso que le resulta a Seigi hablar de eso, por lo que también se detiene.

AkayamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora