CAPÍTULO 21: GAIDEN: SEIGI Y AYAME 1

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Ella no nació en Kiri, es originaria de una pequeña aldea, también del país del Agua. Desde muy pequeña, mostró un enorme talento innato para el ninjutsu, por lo que, en cuanto los altos mandos de Kiri se enteraron, la obligaron a asistir a su academia con el fin de que se convirtiera en una kunoichi leal a ellos.

Con solo 6 años, tras haber estado un único en la academia, ya era capaz de enfrentarse de igual a igual con sus instructores. Todos estaban asombrados.

Ni el propio Mizukage, quien la vio pelear durante sus exámenes de promoción, daba crédito a lo que estaba viendo. Sus capacidades eran algo que solo se podía poseer una persona en varias decenas de generaciones. ¿Esto era por sus genes, o por sus instintos de batalla? O, ¿quizás ambas cosas?

Lo que tuvo claro es que en el futuro se convertiría en un arma muy poderosa para la aldea.

Pero, lo que no se imaginaría es que sería precisamente ese poder al que temería en un futuro.

***

Los relámpagos iluminan el cielo encapotado, totalmente lleno de nubes negras furiosas. Aunque es todavía mediodía, está oscuro, pareciendo ser una noche prematura.

Dos figuras corren a través de la intensa lluvia por el bosque. Por su ritmo, se puede deducir que están huyendo de algo o alguien. Ambos llevan mantos con capucha para evitar mojarse. Al mismo tiempo, pasos de una multitud se escucha por detrás.

"¡Tenemos que escondernos!"

Uno de los dos habla, un chico. Necesitan darse prisa. Pero, de repente, varios ataques de agua son disparados desde lo alto en el frente. Son movimientos rápidos, propios de una emboscada, y apenas tienen tiempo para defenderse, mucho menos para hacer sellos.

La otra figura se adelanta y concentra su chakra en sus manos. Gira sobre sí misma mientras lo libera, formándose hielo a su paso. Una pared blanca hecha completamente de agua congelada surgió de la nada, protegiendo a ambos.

Con este movimiento, la capucha se le cae, permitiendo verla perfectamente. Es una chica, de unos 8 años, con un hermoso cabello azulado con tonos plateados en él. En su frente tiene una banda ninja con un símbolo formado por cuatro líneas que emulan la niebla: es una kunoichi de la aldea oculta de Kiri.

"Estamos rodeados..."

La chica murmura. Enemigos en el frente, y enemigos por detrás. Varias personas los rodean por completo, y todos llevan máscaras con el mismo emblema que ella grabadas en ellas. Son conocidos como cazadores ninja, los anbu de Kiri.

"No te preocupes, te protegeré."

El acompañante, más mayor, ya en la adolescencia a juzgar por la voz, le habla para tranquilizarla, pero la chica sabe que sus probabilidades de escapar actualmente son ínfimas. Con kunai en mano, se pone en posición defensiva para protegerla.

"Rendiros. No tenéis oportunidad de ganar. Si dejas de interferir, Kigura Karatachi, te perdonaremos la vida. Sólo nos interesa ella."

Uno de los que los estuvo persiguiendo habla, el que parece ser el líder del escuadrón. Cómo dice, a quien desean es a la chica, no al joven llamado Kigura.

Todos están preparados para luchar, y, si hace falta, dejarán medio-muerta a la chica para asegurarse de cumplir con su cometido. Y, justo como se esperan, ella no está dispuesta a colaborar.

"Lo lamento, pero no tengo intención alguna de colaborar."

Con una sonrisa falsa en su rostro, declara. Sabe que no tiene oportunidades de ganar, pero prefiere morir a que la atrapen. Si llega a ser necesario, irá en serio.

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