Día 8: De compras

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Si lo miras... te mato.

Caminaba por el centro comercial de la mano de su amado chico de cabello celeste, sonriéndole de una manera amable, amaba ver al dueño de sus suspiros estar feliz y disfrutaba mucho el poder acompañarle aunque no le gustara ir de compras, pero valla que sabía cómo convencerle.

Solo basto una mirada de esas llenas de ilusión, un pequeño, dulce y apasionado beso en sus labios y un muy tierno "por favor" para que sucumbiera ante los encantos del amo de su corazón.

Miraba a todos lados, no era un secreto para nadie que Afrodita robaba las miradas de todos, ese bello y bien cuidado cabello, esos gruesos y suaves labios, esa nívea piel, sus largas pestañas y ese lunar debajo del ojo derecho, ese delgado pero bien formado cuerpo y esas largas y bien trabajadas piernas; todo eso y más era motivo de suspiros y una que otra fantasía.

Sin embargo para Death Mask, esas miradas eran motivo de celos, aunque la confianza entre ellos estaba en buenos términos no significaba que no pudiese sentir esa clase de cosas con respecto a su amada rosa.

Lo apegaba de manera protectora a su cuerpo, diciéndole a los cuatro vientos que Afrodita era suyo y de nadie más, los pasillos del centro comercial eran testigo de la mirada asesina de Ángelo y el furioso sonrojo de Afrodita, pero ninguno de los dos parecía incomodo por el actuar del otro; Afrodita no le mentiría a su corazón, le encantaba que su amado Italiano fuera así de protector con él, por su parte, Ángelo amaba ver esas blancas mejillas tornarse de un rojo suave, sobre todo porque el rostro siempre bello del sueco se veía, según sus propias palabras, mucho más hermoso.

La canasta en sus manos se había llenado de las provisiones que necesitarían para la semana: frutas, verduras, pan y uno que otro enlatado; ahora sus pasos se dirigían a la caja para poder pagar por ello, pero las miradas lascivas no se despegaban de Afrodita y eso lo hacía sentir demasiado incomodo, se acercó al oído de su pareja susurrando lo mal que la estaba pasando por las acciones de un tipo detrás de ellos.

Death giro su cabeza, si las miradas mataran, ese hombre ya estuviera en una de las prisiones del inframundo, un escalofrío recorrió su piel como nunca antes, esos eran los llamados celos de pareja.

— Si lo vuelves a mirar, te mato — Dijo para rodear de manera cariñosa la bien formada cintura de Afrodita.

El de cabellos celestes simplemente sonrío, su corazón latía fuertemente por lo que acababa de suceder, amaba a su italiano y ahora su amor por él, había incrementado en sobremanera, no solo porque lo protegiera de esa manera, sino porque así demostraba lo que con palabras le era difícil.

Dan R

Between you and meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora