─Miyeon y yo saldremos a comprar ropa─dijo Minnie preparándose para salir.
─Esta bien─respondió Soyeon, quien no parecía tener intención alguna de salir del sillón─Sólo no vuelvan muy tarde ya que saldremos a cenar afuera.
─Okay unniee─bromeó Minnie.
Shuhua, quien también estaba sentada en el sillón apoyando su pera en el borde, miraba toda la movida de las chicas entretenida hasta que vio a Soojin tomando sus cosas para salir también.
─Jinjin!─gritó la menor─¿Vas a salir?─preguntó con brillos en los ojos.
─Si─respondió Soojin con voz apagada.
─Ah! Yo voy contigo─dijo Shuhua parandose rápidamente entusiasmada.
─No─replicó Soojin de golpe─ Iré sola.
Soojin terminó de juntar sus cosas y se fue del departamento. Miyeon y Minnie se quedaron totalmente confundidas mientras que Soyeon conscientemente se había quedado mirando a Shuhua.
Shuhua no tenía palabras. La menor se quedó parada en medio del living totalmente dolida, ¿Porque Soojin la había rechazado tan fuertemente? Toda la emoción de hace dos segundos en el rostro de la pequeña se había ido totalmente.
Las mayores terminaron de recoger sus cosas y partieron en silencio también.
─Shu─habló Soyeon─Ya está bien, ya se fueron.
Soyeon agarro el brazo de Shuhua y la sentó al lado suyo. Se acomodó y envolvió a la menor en sus brazos acariciando la cabeza de esta. La líder se tranquilizó al sentir su hombro mojarse. Sabía lo mal que hacía el guardarse las cosas, por lo que siempre buscaba que sus miembros pudieran tener un lugar para soltar todo lo que les pasaba.
─Unnie─dijo Shuhua entre lágrimas─¿Qué hice mal?
─No has hecho nada mal Shu─contestó Soyeon mientras le limpiaba las lágrimas─ Soojin está rara últimamente, creo que tiene cosas que pensar pero estoy segura que dentro de muy poco ya estará bien.
La menor comenzó a dejar de llorar mientras escuchaba atenta a la explicación de su mayor.
─Además─agregó Soyeon─Estoy totalmente segura de que contigo se arreglará apenas vuelva, eres muy preciada para ella como para dejar tanto tiempo las cosas así.
Mientras tanto, Soojin estaba en una de las salas de Cube. Bailar le ayudaba a pensar y poner las cosas en su lugar, algo que necesitaba bastante en ese momento.
Tenía en cuenta que sus sentimientos por Shuhua habían comenzado a crecer. Se empezaba a notar en sus actitudes, Soyeon ya se estaba dando cuenta muy seguido. Pero Soojin no sabía que hacer; ella estaba enamorada de su compañera quien incluso la quería mucho. Se sentía culpable de siempre aprovecharse del cariño que la menor le daba. Sabía que en algún momento u otro la líder la confrontaria y no tendría otra opción que decirle.
Mientras bailaba y pensaba, Soojin se pasó toda la tarde entera en el estudio sin siquiera darse cuenta. Por lo que al ver la hora decidió volver para ducharse y arreglar las cosas.
Soojin abre la puerta del departamento despacio y al entrar ve que no hay nadie por el living o la cocina. Se preguntaba donde estaba la menor y se había quedado preocupada por como la había tratado. Pero no estaba segura si era lo mejor verla apenas llegaba, por lo que decidió tener cuidado.
Al parecer Minnie y Miyeon todavía no habían llegado.
─Oh─se escuchó─Unnie
Soojin inmediatamente dio media vuelta al escuchar a alguien que la había visto, justo estaba evitando encontrarse con la menor.
─Ah─soltó aliviada la mayor─Yuqi
─¿Recién llegas?─preguntó la de rulos.
─Sí, las chicas todavía no por lo que veo.
─No, pero no deberían tardar mucho en llegar─explicó la menor─ Ya son las 8 y saldremos a comer.
Soojin asintió y habiendo terminado la conversación comenzó a dirigirse a la cocina por un vaso de agua antes de ir a ducharse y arreglarse.
─Por cierto, Soosoo─comenzó a hablar repentinamente Yuqi de vuelta.
─Si?─respondió Soojin sin prestarle mucha atención.
A Yuqi le encantaba hablar y todas las miembros lo tenían muy en claro. Siempre había palabras saliendo de su boca, ya fuera por que es curiosa o porque siempre tenía cosas para contar.
─¿Sabes algo sobre qué le pasó a Shuhua?
Soojin se detuvo en seco con el vaso de agua en la boca.
Bajo el vaso y lo apoyó en la mesada antes de responder.
─No,─habló lentamente─¿porque?
─Ah─soltó Yuqi desilusionada─pensé que tu sabrías que le había pasado. La vi llorando en el hombro de Soyeon en el sillón.
