La mayor estaba helada parada a mitad del living frente al televisor.
No lo soportaba.
Sus piernas temblaban y con su mano apretaba el teléfono con tanta fuerza hasta ponerse su puño rojo.
Lágrimas empezaron a desbordarse de sus temblorosos ojos.
Estaba a nada de golpear todo, se sentía destruida.
No podía más.
Tomó sus llaves y comenzó a ponerse su abrigo. Tenía que encontrarla, tenía que encontrar a Shuhua.
Busco rápidamente información en su celular sobre el hospital más cercano a las calles del accidente.
El ruido del ajetreo de sus llaves entre si mientras se apuraba para salir corriendo hacia aquel hospital.
Terminó de colocarse sus botas mientras aún lloraba y su respiración se agitaba con cada movimiento.
Introdujo las llaves de forma desesperada para abrir la puerta cuando
Bzzz~ bzzz~ bzzz~
La morocha se detuvo. Giró su cuerpo hacía la casa de vuelta y se quedó en silencio para escuchar bien.
Soltó las llaves que chocaron en un estruendo contra el suelo en el impulso de llegar rápidamente a la mesa del living donde había dejado su móvil.
─Shuhua?!─preguntó a gritos de lo asustada que estaba la mayor.
─Mm..si..unnie...soy yo,─se detuvo un segundo entre medio de sus lentas y poco moduladas palabras─porqué me llamaste tanto?
─Porque tu no contestabas─replicó en un instante la contraria.
─Uh..fue porqu─intentó decir la pelinegra.
─¿Estás bien?─se apresuró a decir la morocha─¿Shuhua donde estas?
─Uh..si claro que estoy bien...estoy yendo..de camino a cas─la voz de la menor se vio cortada por un grito entre todo el bullicio de atrás.
~Enfermera!
Soojin sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.
─Estas en un...hospital?─logró decir la morocha.
─¿Que? No..─más bullicio entre medio─estoy de camino a casa ya te dije..
─Shuhua, dime en que hospital estás.
─Te dije que estoy de camino a ca-
─Yeh Shuhua! Dime YA mismo en qué hospital estás!─se enfureció la mayor.
La llamada finalizó.
Soojin se encontraba corriendo a una cuadra del hospital que Shuhua le había dicho.
Se paró a recuperar algo de aire agitada frente a la entrada del mismo mientras las puertas automáticas se abrían para darle paso.
Entró apurada y pasó su mirada por todo el lugar en busca de la menor.
Estaba lleno de gente herida y médicos junto a enfermeras corriendo de un lado a otro de todo el lugar.
Soojin sintió un escalofrío al instante que sus ojos se encontraron con uno de los cuerpos tapados por completo en una de las tantas camillas del hospital.
Negó con la cabeza y con desespero siguió buscando mientras avanzaba por el lugar hasta divisar a la menor.
─Yeh Shuhua!