Dejé a Jesús ahí dormido tan mono y le di un beso en la mejilla. Bajé entré en la habitación y me tumbe en la misma cama que Pablo, por suerte las dos camas que habían eran anchas, y Laura y Patri estaban juntas.
Yo seguí durmiendo.
Me levanté y Laura, Patricia y Dani ya se habían ido. Pablo estaba llamando a su padre para que viniera a por él, pero no podía y se quedo ayudándonos a limpiar conmigo y con Leti.
De repente bajo Jesús diciendo:
-Que dolor de cabeza.
-Eso es porque ayer te lo pasaste bien -le dijo mi hermana sonriendo.
Jesús me miró y sonrió.
-Bueno, ¿y mi hermano?
-Se ha ido esta mañana al levantarse, porque ha vomitado.
-Ayer tú y Dani también hos lo pasasteis bien, ¿no? -insinué riendome.
-Calla subnormal - dijo enfadada -no le digas nada a mamá y papá, por favor.
-Bueno... vale.
Leti y Pablo se fueron a limpiar el jardín, y Jesús y yo a hacer la camas.
-¿Le has dicho algo a Pablo?
-¿De qué? -dije pensativa.
-De lo que pasó a noche.
-No.
-¿Y se lo vas a decir?
-Pf... no sé, ¿qué hago? -dije con la cabeza agachada.
-No te rayes.
-¡¿Cómo que no me raye?! -dije dándole con una almohada, él me devolvió el golpe con otra almohada, y así varias veces. Hasta que se acercó mucho a mí.
-Te quiero pequeña.
-Yo no lo sé, en verdad sí, se que siento algo por ti, pero no lo mismo que tú por mí.
-Ya... -dijo agachando la cabeza triste.
-Que mal me siento...
-¿Por qué? -dijo mirándome fijamente.
-Por todo el daño que te estoy haciendo.
-No te preocupes por mí, princesa.
-Pues sí me preocupo porque te quiero.
Nos besamos, nos tumbamos en una cama. Seguimos besándonos.
-Jesús basta, van a venir al final y nos van a pillar.
-Tienes razón -dijo volviéndonos a besar.
-Ya enserio.
Empezamos a reirnos. Vino Pablo y nos vio riéndonos y me miró raro.
-¿Que pasa, amor mío?
-Que ya emos terminado de recoger todo y tu hermana está llamando a tu padre para que venga a por nosotros.
-Vale, voy a ponerme unos zapatos.
-¿Y los tacones que llevabas ayer? -me preguntó Jesús mirándome a los pies.
-En la habitación de cuando acompañé a Pablo.
-Y después salistes y... ¡estabas descalza!
Yo me asusté antes de que dijera lo último, por si decía lo que pasó. Me miró, me guiñó un ojo y me sonrió.
-¡Niños! ¡Vámonos!
Fuimos hacia el coche. Dejó a Pablo en su casa y nos llevó para casa.
-¿Y Jesús? -pregunté extrañada.
-Se van a quedar él y su hermano a dormir dos semana en casa, mientras sus padres y nosotros nos vamos a Mallorca otra vez.
- ¿Sí? ¡Que guay! -dijo saliendo del coche muy feliz.
-Que bien -dijo mi hermana. Me miró y las dos nos reimos
Entramos a mí casa y subí a mí habitación y vi una maleta llena de ropa de niño.
-¡Mamá! -grité enfadada.
-¿Qué? -dijo desde la cocina.
-¿De quién es esto?
-De Jesús, va a dormir en tú habitación.
Jesús lo escuchó y subió a mí habitación.
-¿Enserio voy a domir en tu habitación?
-Eso parece, pero en diferentes camas, vaya a creerte.
-Me da igual, pero con estar contigo me basta.
Miré al suelo y sonreí.
-¿Por qué te ríes?
-Por nada, oye pero si alguna noche quieres dormir conmigo me lo dices.
-Por mí todos.
-Solo algunos -dije sonriendo.
-Te ha gustado dormir conmigo, ¿no?
-Pues no, me a encantado.
Jesús se me acercó y me agarró de la cintura, nos miramos fijamente a los ojos y nos besamos apasionadamente y terminando tumbados en la cama. Yo paré.
-Basta, no puedo seguir así -dije levantandome de la cama.
-¿Qué pasa?
-Que no quiero hacerle daño a Pablo, pero sé que en estas dos semanas puede pasar de todo.
-Las mejores semanas de este verano -dijo sonriendo como un niño chico.
-Voy a por Laura, ¿te vienes?
-Claro.
-Voy a ducaharme, me me visto y vamos, espérate que no tardo.
-Vale.
Salí del baño ya preparada.
-Jesús, ya estoy, venga.
-Voy preciosa -dijo dándome un beso en la mejilla. Me miró y sonreímos.
ESTÁS LEYENDO
Mi perfecta maldición. - [Gemeliers].
Teen FictionLos protagonistas son cantantes famosos (Gemeliers) pero aquí no son tan famosos; y dos hermanas granadinas, que los conocen estando en Mallorca de vacaciones. Empieza y engánchate.