Capítulo 14.

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Me tumbé en el sofá y Jesús conmigo.

—¿Te acuerdas en tu cumpleaños? —me preguntó Jesús.

—Para no acordarme.

—¿Te gustó dormir conmigo? —dijo guiñandome un ojo.

—La verdad es que sí, lo de la nata también, y cuando yo estaba encima tuya y estuvimos besándonos.

—Me encantas.

—Y tú a mí.

—Ah, ¿sí? ¿No dices que no me quieres?

—¿Y tú que sabes? —suspiré con tranquilidad.

—No sé, es lo que tu dices.

—Ya, yo te quiero, pero no quiero novios, solo rollos.

—Pues vaya —dijo Jesús.

—Es que es verdad.

Al rato nos quedamos dormidos. Pero llegaron mi hermana y Dani. Mi hermana estaba borracha y Dani un poquillo.

—Uh, mira estos, se nota que se quieren —dijo con el tono muy alto.

Jesús se despertó.

—Callaros que la pobre está mal.

Dani en mientras subió en silencio a cambiarse.

—Dani amor mío —dijo Leti acercándose a Jesús, y al final le besó.

—¿Qué haces loca? —exclamó Jesús.

—¿Ya no me quieres?

—¿Qué dices? —dijo extrañado.

—Sois todos iguales —dijo con lágrimas en los ojos.

—Te estás equivocando.

—El que se esta equivocando eres tú, yo no soy tan tonta —dijo Leti subiendo las escaleras llorando.Entró en su habitación donde estaba Daniel.

—¿Qué te pasa? —preguntó Dani secandole las lágrimas.

—Que tú hermano ya no me quiere.

—¡¿Cómo?! —dijo sorprendido.

—Que Dani no me quiere, le he besado y se ha apartado.

—Leti yo soy Dani, al que has besado a sido a Jesús no a mí.

—¡Ah! bueno... —dijo más tranquila.

Dani no dijo nada, se levantó enfadado y se fue de casa.

Me levanté y vi a mí hermana llorando.

—¿Qué pasa?

—Dani se a ido enfadado —decía Leticia desconsolada.

—¿Por qué?

—Porque he besado a Jesús creyendo que era Daniel.

—Joder, normal que este enfadado —suspiré —si es que todo son problemas, ¿y Jesús dónde está?

—Ha ido a buscar a Dani.

—¿Hace cuánto tiempo?

—Hace una media hora más o menos.

—Voy a ayudar a Jesús —dije, me acerqué a mi hermana y le di un abrazo.

Fui a mi cuarto me vestí y llame a Jesús por teléfono, y me dijo que estaba enfrente de la heladería. Fui corriendo. Llegué y lo vi solo llamando a Dani por teléfono.

—¿No te lo coge? —pregunté preocupada.

—No, lo he llamado ya unas 7 veces.

—Joder, vaya niño.

Pasaron las horas, ya estabamos cansados de buscarlo. Nos íbamos ya a casa. Pasamos por el parque que había en la calle en la que vivía.

—Madre mía —añadio Jesús exaltado.

—¿Qué pasa?

—Mira quien hay en aquel banco —dijo señalando hacia el parque.

Miré y estaba Dani riéndose con una chica.

Fui hacia donde estaban muy enfadada. Le cogí del brazo a Dani, lo levanté y le besé.

—Como te vuelvas a acercar a mi novio te arranco los pelos —le dije a aquella chica.

—A mí no te me pongas chula —me respondió.

—Que no me ponga chula...

Me tiré hacia ella, pero Daniel me agarró y me llevó hacia a donde estaba Jesús.

—Como vuelva a verte con esa te mato a ti y ella.

—Vale vale.

—¿Cómo que tú novio? —preguntó Jesús molesto.

—Para que lo dejara en paz.

—¿Y lo del beso a que ha venido?

—Para que fuera mas creíble —le expliqué.

—Besas bien... —dijo Dani con una sonrisa.

Nos dimos cuenta de que aquella chica nos estaba mirando y le dije a Dani que me siguiera el rollo. Me agarró de la cintura y yo le rodeé el cuello con mis brazos y nos besamos. Paramos de besarnos por falta de aire.

Llegamos a mi casa, no vimos a mi hermana por ninguna parte. Subí a su habitación y la encontré en su cama, pensando tristemente.

—Oye, está abajo, lo hemos encontrado.

—Gracias enana, te quiero.

—De nada, para eso estoy.

Nos abrazamos y bajamos.

—Cariño, lo siento mucho de verdad perdoname —le dijo Leti a Dani.

—Claro que te perdono.

Ellos se abrazaron.

—Mira que bonito —me dijo Jesús.

—Ya —le dije sonriendo.

—¿No podríamos estar nosotros así? —me preguntó.

—¿Abrazados? Pues claro — me tiré hacia Jesús quedándome abrazado a él.

—Bueno me refería a otra cosa, pero da igual, esto también me gusta.

—Si, si, lo besos para después —le dije susurrando.

Jesús se rió y me pegó la risa.

Mi perfecta maldición. - [Gemeliers].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora