Capítulo 6. Trío de ayudantes

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Narrador omnisciente:

Todo pasaba con calma y demasiada rutina para el gusto de la chica, nada nuevo, nada distinto. Asano varios días se unió al almuerzo con ellos bajo su árbol, escuchando atentamente esa historia sobre esos entretenidos y llenos de emoción días, entendiendo poco a poco que ese año, no fue algo normal.

Rutina y más rutina pasaba con completa calma. Koro-sensei seguía atento de sus alumnos y los ayudaba a estudiar, mientras el de hebras plateadas buscaba algo que hacer y se mantenía atento a su hermana. Bueno, las discusiones entre Kisho y Karma nunca faltaban. Las burlas del pelirrojo acaban por sacar de quicio al mayor —y esa era su intención, desde luego— y acaban discutiendo hasta que, o bien (t/n) o bien su maestro, les paraban.

Todo iba calmado e incluso aburrido, hasta que, para desgracia de ambos, volvieron las reuniones del consejo estudiantil.

Ni a Karma ni a ella les interesaba en lo más mínimo, pero la de hebras (c/p) logró arrastrar al pelirrojo hasta allí y hacer fila.

¿Algo que era casi una pesadilla para el pelirrojo?

Que iban por orden de lista y no tenía precisamente a alguien agradable a su espalda, por suerte ambos decidieron ignorarse mutuamente.

... y ahora unas palabras de nuestra nueva directora. —haciendo resonar sus tacones sobre el escenario, la mujer se colocó en el atril y barrió con la mirada a todos los presentes de bachillerato.

—Bien, como todos sabéis, este nuevo sistema educativo se basará en la mejora de la convivencia y el respeto mutuo, ayudándonos unos a otros. Por grupos o parejas, incluso de forma individual, con la recomendación de un profesor hacia mí, podréis ayudar a otros compañeros con las materias, lo cual, os beneficiará notablemente. —comenzó con una gran sonrisa calmada, explicando el sistema y cómo sería.

Tras una larga explicación de media hora, todos entendieron y, quince minutos después, la reunión acabó, dejándoles todavía algo de tiempo libre antes de volver a la aulas.

Sin embargo, la directora llamó a Karma, (t/n) y a Asano a su despacho, dónde no solo estaba ella, sino también dos adolescentes de su edad, una chica y un chico, casi idénticos.

Su cabello era púrpura grisáceo, liso y ambos con un flequillo recto, mas a la chica le caía por la espalda en una coleta alta y perfectamente planchada mientras al contrario le quedaba en un corte estilo tazón. Sus orbes eran azul claro, algo más apagados que los del color de Naguisa.

Se veían delgados y algo débiles, además de tímidos al verles entrar, mientras la directora sonreía con calma y falsa amabilidad a su lado, esperando obviamente a esos tres.

—Buenas tardes chicos. —saludó con una sonrisa de falsa amabilidad, haciendo que los otros gres murmuraran un saludo.

—¿Nos necesitaba, Okari-sensei? —se atrevió a cuestionar Asano, haciendo asentir a la mujer.

—Ellos son, lamentablemente, mis sobrinos. Hisoka y Kame Furida. —los mencionados bajaron la vista por las palabras de la mayor. —Son unos pésimos estudiantes, y pensé que vosotros tres podríais ayudarles. Personalmente, creo que os conviene. —posó su vista unos segundos en el pelirrojo, observándole de arriba a abajo.

—Estaremos encantados de ayudar. —la chica sonrió amablemente, haciendo asentir a los otros dos.

—Bien, decidiréis entre vosotros qué días. —resolvió con calma, viendo severamente a sus familiares. —Tenerles paciencia, no son muy avispados. —los tres asintieron y se giraron para salir mientras los otros dos se levantaban con la mirada gacha. —Por cierto, Akabane, esa no es la chaqueta del uniforme, y no veo por ninguna parte su corbata. Sabe que es importante la uniformidad, ¿cierto? —el pelirrojo sonrió algo molesto, tratando de controlar su lengua de decir algo que no debía.

Juntos (Karmaxlectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora