Capitulo IX

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Dos días posteriores a la grandiosa fiesta, en la que Alice había conseguido un lugar en el infierno, Georgina aún insistía en descubrir quién había sido el hombre que había logrado que Lizzy dejará su pureza de lado. Pero todo era un secreto incluso para la misma pureza.

—Vamos Alice dinos con quién estuviste— insistía en saberlo Georgina.

—Te estoy diciendo la verdad, no lo conozco tan solo acordamos llamarnos de otra manera— explico por tercera vez Alice.

—La vida es tan grande hermanita, creo que es la primera vez que siento que estás feliz.

—Yo soy feliz Lulú. Pero Beliar me ha hecho más feliz aún— Alice suspiro al recordarlo— es el hombre más perfecto que he conocido. Ya no quiero casarme con otro hombre que no sea con él.

Clemence y Lulú se miraron impresionadas, no sabían que la aventura de Alice pudiera llegar tan lejos.

—Ali, no es correcto cancelar el matrimonio con Víctor— dijo Lourdes.

—No me importa perderlo todo, lo único que quiero ahora es pasar el resto de mi vida con Beliar— dijo Lizzy seguido de un largo suspiro.

—¡No!— exclamó de inmediato Clemence— Esa no es la manera. Alice si nuestros padres descubren que yo te lleve a la fiesta no solo saldrás afectada tú sino yo también.

—Bien ¿Qué debo hacer?— cuestionó Alice.

—Lo mismo que hacemos todos, renunciar. El amor no es para el matrimonio— respondió Lourdes.

—Virginia lo hizo y termino mal.

—Oh claro Geo, pero todas en esa familia terminaron mal.

—Gisella no— dijo Clemence.

—¿De que hablan?— pregunto Lizzy confundida.

—¿No conoces la historia de Virginia? Es la historia más melosa y lo peor es que es real. Lulú, cuéntale.

—De acuerdo— dijo Lulú— Cuando estaba en la universidad conocí a una chica llamada Virginia, su familia es un poco más grande que la nuestra. Ella se enamoró pero no podía casarse con el hombre que ella quería, su padre la presionó para casarse con alguien con más poder, pero este hombre es un mujeriego, una de sus novias estaba celosa de Virginia así que la asesino. Se dice que ella no murió en los brazos de su esposo sino en los brazos de su "verdadero amor", pero hay suposiciones sobre que en realidad no murió y solo planeo todo para escaparse con el hombre que ella quería.

—¿Y por que las demás chicas?— cuestionó Alice.

—Mille y Aldous tuvieron dos hijos. Esos dos hijos a su vez y obviamente tuvieron más hijos, entre ellos estaba Virginia, su hermana Gisella, Lucy y sus dos primas. Su prima Azure fue violada, la embarazaron y no quedo de otra más que tener al niño. Lucy, su pequeña hermanastra fue reina de belleza de pequeña, ya sabes que hay detrás, tuvo problemas alimenticios y se suicidó a los diecinueve. Y ya por último estuvo Ceris, ella desaparecio hace dos años, nadie sabe nada de ella— explico Lourdes— La única sobreviviente hasta ahora es Gisella.

—¿Eso significa que como mujer solo nací para ser entregada a otro hombre y si no lo acepto me toca morir?

—Alice, nuestros padres no nos hacen con otro propósito— le respondió Georgina—Mucho menos a ti, tú eres la siguiente en dirigir la sociedad.

—Es que si tan solo supieran lo feliz que me hace aquel hombre entenderían porque.

Una sonrisa ilumino el rostro de Alice después de un largo suspiro. Sus hermanas se miraron, sonrieron comprensivas.

—Señorita Liz, el diseñador ya llegó— informó una sirvienta desde afuera de la habitación.

—Ya no puedes hacer nada— dijo Clemence.

Alice solo suspiro rendida, era verdad ya nada se podía hacer. Sus padres contaban con ella para aquella gran unión de familias, no podía enamorarse, o lo que sea que haya sucedido aquel día, de el otro hombre. No sería correcto, mucho menos viniendo de la la siguiente sucesora, la próxima que se encargaría de lidiar con los asuntos de la compañía.

Rápidamente y junto con sus dos hermanas, bajó las escaleras hasta el salón de la mansión Scott. Un hombre con traje negro, lentes del mismo color, cabello rubio intenso y una mascada adornando el cuello de su camisa en lugar de una corbata, la esperaba. Puso cara de sorpresa al ver a la joven.

—Asi que ella es la famosísima Lizzy. Vicky querida no me dijiste que tu  hija era tan preciosa— le dijo el hombre a Victoria.

—¿Verdad que lo es? Es mi reina más hermosa, mis dos reinas son divinas— corrigió Victoria después de observar el rostro de disgusto de su hija mayor.

—Todas las reinas son divinas, pero la condesa...

—Mi hermana será la condesa más hermosa de todas— dijo Lourdes.

—Y con el vestido que ha elegido, no lo dudo— dijo aquel hombre.

—Hija, él es el maravilloso Angel— lo presento victoria.

—Encantada— dijo Alice mientras lo saludaba.

—Lizzy pero si el encanto es mío— contestó Angel— Será todo un honor hacer el vestido para la futura condesa.

Alice sonrió forzosamente.

—¡Muy bien, comenzaremos a medir!— exclamó Ángel.

El vestido de Lizzy sería el más hermoso del mundo, todo el mundo esperaba verlo pronto pero ella tenía planeado esconderlo muy bien y solo darlo a conocer el mismo día de su boda.

Alice Donde viven las historias. Descúbrelo ahora