Epílogo

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19 de noviembre, 2000.

Una roja mansión que ocultaba con envidia la mejor de sus fiestas, sobre un escenario un hombre de espaldas, vestido con un disfraz de maestro de ceremonias; saco rojo, pantalón negro y un respectivo sombrero de copa, estaba por dar inicio a la noche.

¡Amigos! Esta noche, presenciaran el mejor baile ¡De sus vidas!— exclamó el hombre.

Luces rojas y blancas se encendían y apagaban repetidas veces y sonidos espeluznantes se escuchaban por todo el lugar.

—Celebrando el cumpleaños de nuestra reina, nuestra reina de los círculos. ¡La reina Georgina!

El hombre volteó hacia los invitados, Arán dando inició a una nueva fiesta, pero no cualquier fiesta, está era especialmente para su mejor amiga, celebrando su cumpleaños de la reina de los círculos del infierno, la mujer que había soportado más fiestas aún estando casada.

Georgina subió a dicho escenario acompañada de su esposo James Nyevelt, después de un año de matrimonio no podían dejar de asistir a dichas celebraciones, así su matrimonio funcionaba e incluso su confianza y amor aumentaban con cada noche de fiesta. La reina cómo siempre luciendo más hermosa que cualquier otra mujer, con un largo vestido rojo brillante tan costoso como la vida de la mujer, escote de corazón y pegado a su cuerpo haciéndolo resaltar, zapatillas negras diseñadas especialmente para ella, adornadas con patrones de flores y con la piel de un zorro adornando su fino cuello.

—Gracias, gracias a todos por asistir a mi preciada fiesta, la mejor que vivirán— habló Georgina— Y hoy, reveló la identidad de dos personajes famosos entre ustedes, miles de especulaciones y apenas mi mejor amigo y los Scott Belrose sabiendo de su personalidad oculta. Con ustedes ¡Der Unverdorbenheit y Beliar!

La pareja subió, dos años de casados y juntos aún asistían a las fiestas que los habían unido, como siempre lo más cubiertos posibles,  pocas veces participan y si lo hacían todo era entre ellos dos, jamás nadie de por medio. Ambos vestidos como arlequines, Der Unverdorbenheit con un vestido corto de rombos dorados y negros, medias negras y un gorro con el mismo estilo que su vestido, su cara como siempre cubierta está vez con una máscara de arlequín de sonrisa inquietante y su respectiva peluca negra. Beliar también cubría su rostro con una máscara de arlequín, este de un arlequín triste y un traje completo de rombos plateados y negros.

—No hay mejor regalo para mi que estén aquí— expreso Georgina.

Der y Beliar retiraron su máscara, los invitados los reconocieron de inmediato, por último la joven se quitó la peluca negra. El príncipe Victor y la princesa Alice habían estado todo este tiempo detrás de dichos personajes.

—¡Vino de la vida por mi hermana!— exclamó la princesa Alice mientras elevaba una copa con “el vino rojo de la vida” aquel vino que los hacia vivir cada vez mejor, resistir cada noche con la misma fuerza de la anterior.

Todos la siguieron brindando en honor a Georgina. Alice bebió todo de un solo trago, sus labios se tiñeron de rojo carmesí y una gota de vino rodó de una de sus comisuras.

—¡Que la reina de nuestro infierno tenga la vida para continuar aquí mil años más!— exclamó el príncipe Victor.

Y por fin se reveló ¿Quién imaginaria que los futuros reyes estarían aquí? Nadie.

Desde su reencuentro el día de su boda, acordaron continuar con las fiestas que los unieron, ambos habiendo concluido formaron parte de los principales organizadores.

Georgina, más feliz que nunca, por fin tenía todo lo que quería y nadie se interponía en su camino, ni siquiera sus padres. La vida de casada no era tan mala como ella pensaba.

Nadie nunca sabrá lo que se esconde en los círculos del infierno, detrás del poder están las fiestas y detrás de las fiestas están las personas con más poder en el mundo. Hoy; Alice, Victor, Georgina y Arán, mañana... Para mañana alguien más llegará, aquella niña no desapareció, está entre ellos, aquel panda no se extinguió, tienen miles iguales y aquel infierno... Georgina maneja títeres a su gusto, Víctor y Alice gobiernan a su gusto y Arán, el más sencillo y afortunado hombre que podría encontrarse en la sociedad tenedora Scott Valley, los maneja a ellos a su gusto.

Alice Donde viven las historias. Descúbrelo ahora