5 de Septiembre, 1998
Los círculos comenzaron, estas fiestas estaban llenas de excesos pero en esta ocasión sin duda había más de los necesarios. Por fuera de la mansión aprecia una noche normal, discreta y sin ninguna novedad, sin embargo en el enorme sótano de Arán era donde la magia comenzaba.
Las personas de los más bajos rangos en los círculos se vistieron como esclavos, llevando sobre sus manos charolas con diferentes manjares, vinos, frutas y comidas exóticas e incluso drogas, drogas de la más alta calidad conocida, un viejo amigo de Arán era el vendedor de estas drogas. En el centro de la fiesta y sobre un pedestal se encontraba una perla disolviéndose dentro de vinagre, esta bebida después se le otorgaría a Lizzy para dar comienzo con la fiesta.
Las personas de rango medio estaban vestidos como emperatrices y emperadores romanos, aún solo conviviendo y sin ningún exceso por el momento, lo mejor aún no comenzaba.
Cuando la hora se llegó, Arán, vestido del máximo Dios Júpiter subió a un escenario, detrás de él se encontraba un sofá de estilo egipcio, primero presentaría a los dioses y después seguirá con la faraona Cleopatra.
—¡Su atención a todos!— exclamó Arán— Yo soy Júpiter, esta noche me acompañan diecisiete dioses más. Con ustedes: ¡Plutón y Neptuno!— exclamó.
Jacob y Paul, el esposo de Beth la hermana de Arán, subieron al escenario luciendo sus más llamativas vestimentas al ser de los tres dioses más poderosos.
—¡Juno, Proserpina y Afítrite!— presento el rey de los dioses a las esposas de los máximos dioses.
Beth, Alina y Jessica subieron está vez, estas dos últimas chicas eran de las pocas fuera de las familias que habían logrado finalizar con los círculos.
—¡Baco, nuestro favorito y su esposa Ariadna!
Markel y Emilia, una chica que fuera de las familias también consiguió un papel importante dentro de los círculos, las mujeres parecían predominar aquí
Así continuaron con los siguientes:
—¡Marte y Bellona!
Adam y su esposa. Lorian se veía hermosa como diosa, podría ser que está noche el papel de su esposo se saliera de control pero como todo, la bella dama debía aceptarlo.
—¡Diana, Minerva, Febo y Fortuna!
Tessa Anastasa (fortuna) sería la más deseada está noche, la última en haber conseguido completar los círculos. Está chica a diferencia de los antes mencionados cuyos apellidos Nyevelt, Ferrer y Belrose, respectivamente, incluso de los demás apellidos sobresalientes aquí, el suyo era el primero en escucharse.
—¡La tríada de la hermosa Venus, Vulcano y Mercurio!— vocifero por último Arán.
Georgina, James y Hans Belrose.
—Y por supuesto es por nuestra hermosa diosa Venus que hoy celebramos este nuevo comienzo. La orden de la diosa está por darse.
—¡Con ustedes: Cleopatra!— anunció Georgina.
Lizzy subió junto con los dioses supremos, vestida con un vestido negro, adornado con bordados Egipcios, sobre su ahora negro cabello lucia una hermosa corona similar a las que la faraona utilizaba, sin embargo la de Alice era mucho mejor. En conjunto está Cleopatra podría ser mil veces más hermosa que la verdadera.
Los dioses bajaron dejando sola a Cleopatra, uno de los sirvientes se encargó de entregarle la copa con la perla ya disuelta.
Alice tomo con mucho cuidado la copa, sosteniéndola con elegancia procedió a sentarse sobre el diván Egipcio. Elevo la copa, welcome to the jungle sonaba de fondo, está canción había sido elegida por la misma Alice como la que daría inició a todo, de un solo sorbo ella bebió la perla disuelta en el vinagre. Julio César (Beliar) apareció y comenzó a besarla, todos observaban atentos a qué lo más esperado sucediera. Julio César se colocó sobre Cleopatra acostada en el diván, levanto la falda del vestido de la reina y todo había comenzado.
—Bienvenida a la jungla Lizzy— susurro para sí misma Georgina mientras observaba sonriente. Volteo hacia uno de los sirvientes, tomo la bandeja y procedió a inhalar cocaína.
Vulcano tomo la mano de de Venus, subieron a una cama redonda que estaba elevada sobre una plataforma detrás de Cleopatra. La diosa se puso de pie en la cama, dando la espalda a los demás ella se desnudó, Vulcano la observaba recostado, la tomo de la cintura y comenzó a besarla. Al poco tiempo se les unió Mercurio.
La fiesta comenzó, todos a excepción de los bajos rangos, disfrutaban de esto.
Cuando Beliar y Alice terminaron por primera vez, ellos debían bajar. La única que podía permanecer ahí era Venus con cualquiera de sus amantes.
Lizzy se separó de el hombre por un momento, se acercó con Markel quien al parecer aún no comenzaba con Emilia. Él prefería observar y embriagarse antes de la acción.
—Eres menos inocente de lo que pareces— le dijo Markel.
—Nos conocemos tan poco Baco— contestó Liz.
—¿Has fumado cannabis?— le pregunto su hermano— Sé que dirás qué es muy bajo, pero inténtalo.
—No, gracias Mark.
—Te lo pierdes— dijo Mark y procedió a encender un cigarro de cannabis.
Alice observaba al rededor, no era una vista del todo sana pero trataba de acostumbrarse, muchos más excesos de los que ella podía imaginar, algunos incluso podían llegar a ser ilegales. Pero el que más la sorprendió, fuera de toda la depravación que sucedía debajo, la diosa Venus ahora también con Marte.
—¡¿Qué no es?!— cuestionó Alice sorprendida.
—¿Adam? Sí, sí es él— respondido Mark con total naturalidad.
—Pero eso está mal.
—Su majestad, ¿por qué cree usted que todos los que estamos aquí tenemos un lugar asegurado en el infierno?— pregunto sarcásticamente— nada aquí está mal, es el infierno, ya no hay razón para ser una buena persona.
—¿Y Lorian?
—Tranquila, Bellona está por allá.
Markel señaló a un enorme comedor donde varios devoraban platillos exquisito, ahí estaba Lorian, devorando postre tras postre para después vomitar.
—Sí, nuestra cuñada tiene problemas.
¿Como te sientes?— pregunto el dios Baco.—Siento que no soy yo, me siento sucia, creo que no me conozco.
—No lo hacías, este es tu verdadero yo.
—¿Qué debo hacer ahora?
—Es tu fiesta. Puedes pedir vino rejuvenecedor si quieres, puedes acercarte a un dios si quieres, puedes matar a alguien si quieres.
—¡Cleopatra! ¡Cleopatra ucraniana!— exclamo Neptuno mientras caminaba hacia a ella junto con Fortuna.
—Dios de... ¿Los mares?— cuestiono Cleopatra.
—Esta tan ebrio que si dices del vino él lo acepta— respondió Fortuna.
—Lastima que aquí está Baco— hablo Markel.
—Desde que la observe quise saber qué tal dulce es la reina— comento Paul.
—Predije tu futuro, Neptuno te atrapa— habló Fortuna.
—Bien, es hora de ir por Ariadna— dijo el dios del vino y camino decidido directo a su esposa.
—¿Que no se supone que Neptuno debería estar con Afítrite?— pregunto Alice mientras colocaba su brazo sobre el hombro de Paul.
—Bueno, Fortuna es más bonita.
—¿Y Cleopatra?— cuestionó alice coqueteando con Paul, después de todo era su fiesta.
—Cleopatra es hermosa— respondió Paul pegando su rostro al de Alice.
El fuerte aroma del alcohol salía del aliento de Neptuno, la reina no podía soportarlo más él era demasiado atractivo. No quiere casarse y haber estado solo con un hombre antes del matrimonio, nada estaba prohibido aquí, ella podía tener a quien quisiera, no debía de preocuparse por Julio César, si una pareja entraba estaba aceptando todo lo que conllevaba la fiesta.
Cleopatra sonrió, sus labios apenas se separaban por unos milímetros de distancia. Neptuno por fin la besó.
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Alice
RomanceAlice es una joven tranquila y reservada que gracias a ello ha sido elegida para ser la próxima esposa de un importante conde. Su personalidad se verá retada cuando descubra un nuevo mundo gracias a una cena a la que su hermana mayor le insiste ir...