Capítulo V

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Georgina estaba tan emocionada, las invitaciones a la fiesta de máscaras de Arán por fin habían llegado a su buzón. Cuatro cajas de cartón pequeñas, de más o menos el tamaño de una mano le habían sido entregadas por el mayordomo. Georgina de inmediato subió a la habitación de Alice, no sin antes llamar a sus hermanos.

Cuando los cuatro por fin estuvieron reunidos, la puerta de la habitación de Alice se cerró cuidadosamente. Nadie puede saber que ha sido invitada a una de las fiestas de Arán. Clemence le entrego a cada uno su invitación, está tenía que ser abierta directamente por el destinatario.

—Hermanos, es el momento— dijo Clemence.

Los cuatro abrieron su invitación, encontrándose con un pequeño rollo de pergamino y un encendedor dentro. Al desenroscar el pergamino se percataron de que este no decía nada.

—Claro uno de los trucos de Arán— dijo Markel.

—¿Qué debemos hacer?— cuestionó Alice observando con extrañeza el pergamino.

—Solo deben pasar la llama del encendedor por el papel, pero sin quemarlo— específico Jacob— era obvio.

Así que siguieron los pasos dados por su hermano, inmediatamente las palabras comenzaron a aparecer en el papel.

—¿Cómo deben anunciarlos?— pregunto Georgina refiriéndose al seudónimo que Arán les había asignado en la invitación con el fin de mantener en secreto sus personalidades.

Eso ocurre en todas las fiestas, nadie se conoce nunca y lo que pasa en una fiesta debe quedarse ahí.

—Buer, un león— contestó Markel.

—Aker, macho cabrío en vasco— respondió Jacob.

—¿Vasco?— cuestionó Alice confundida.

—La lengua de los vascos— contestó Jacob sin embargo su hermana se encontró más confundida.

—Yo seré un búho y seré nombrada Baal— contestó Georgina con gran orgullo— ¿y tú Ali?

—der Unverdorbenheit— pronunció Alice con dificultad— un conejo.

—De la virgen, es alemán. Se refiere a la pureza— les explico Markel.

—¿Y sus nombres?— le pregunto Alice.

—No te podemos decir— contestó Markel.

—¿Y por que acaban de mencionar el mío?

—Porque eres la pureza, es obvio que lo hay ningún problema si te mencionamos.

—Oigan esto es muy confuso, realmente no estoy entendiendo nada— dijo Alice— que clase de fiestas son estas.

—Tranquila Lizzy— hablo Georgina y rodeo con un brazo a su hermana por un momento— no puedes decir que no ahora que has sido invitada.

—¿Segura que quieres asistir?— le pregunto Markel a Alice. él sonaba comprensivo, sabía a lo que su hermana se enfrentaría después de asistir y quizá no podría resistirlo.

Alice lo dudo por un momento. Tal vez no era tan malo como lo estaban haciendo sonar sus hermanos, podía ser incluso divertido. Ella quería conocer que había más allá de su tranquila vida, que tan lejos podría llegar al asistir en una fiesta.

—Lo ves Alice, eres tan delicada que no lo vas a soportar— se burló Georgina.

Este comentario hizo enojar a la chica. No quería que su hermana la siguiera molestando con el tema de ser "delicada", una princesita, una niña boba que vivía detrás de sus padres. Alice estaba lista para salir de su zona de confort y revelar a la chica mala que llevaba muy por dentro. Estaba lista para igualar a Georgina.

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