Capítulo I

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14 de marzo 1998

Arán es un hombre que aunque no tiene el apellido Ferrer, Nyevelt o Belrose, se supo ganar un lugar dentro de esta sociedad a la que muy pocos consiguen entrar. Todo comenzó cuando Josephine, hermana de su madre Sena, se casó con un Ferrer y por último su hermana Bethsabeé se casó con Paul Alexander Scott, nieto de Adam y Georgina. Estudio finanzas junto a Mayra Scott Ferrer, tras graduarse ella misma persuadió a su padre para darle un empleo en la sociedad tenedora a Arán. Adam accedió conociendo la gran inteligencia que el tan recomendado hombre posee, hasta ahora no se arrepiente de su desición pues la sociedad crece gracias a él. 

El bellísimo Arán es de ascendencia italiana, es por eso que siempre mantiene un porte tan fuerte y varonil como cualquier hombre de buena familia Italiana, de vez en cuando imitando a su difunto abuelo, con una elegancia y carácter que muy pocos podían igualar. Alto, musculoso pero no demasiado, simplemente le gusta mantenerse en forma, cabello y ojos cafés claros, cejas gruesas y perfectas pero con un gran secreto que esconder.

Hoy Clemence,  media hermana de Mayra, vendrá de visita a su mansión. Normalmente visita a su mejor amigo para pedirle algunos consejos, él la entiende completamente, contesta de la manera en que la joven de piel canela siempre espera. Arán es el mejor amigo que cualquier mujer pudiera tener y el mejor esposo que cualquier hombre o mujer pudiera conseguir en este mundo sin muchas oportunidades. 

Clemence Georgina, una chica arrogante y especial que sabe divertirse.  Alta, más o menos un metro setenta de altura, piernas largas pero no delgadas, Geo tiene medidas de mujer perfecta noventa, sesenta, noventa. Su cabello es castaño oscuro, ojos verdes grandes como los de las caricaturas, rostro definido, el tono se su piel es morena, algo muy raro entre los Scott ya que la mayoría aquí tienen la piel blanca, pero al final su mayor atractivo, eso que le hará sobresalir entre todas las mujeres de su familia.

—Lizzy está ansiosa por conocer al Conde Víctor— dice mientras camina hacia el jardín.

Se refiere a Alice, su hermana menor, el próximo año ella se casara con un descendiente de la familia real, hasta ahora sus padres la mantienen exiliada en su mansión, sería un grave error que la más joven de los Scott Belrose cause alguna polémica que anule el tremendo matrimonio. Hacer que la fortuna y bienes se multipliquen es el único propósito de todos y cada uno de los pertenecientes a estás familias, puedes disfrutar de tu juventud y salir con quién desees pero del matrimonio solo los superiores se encargan.

—¿Por qué tu hermanita fue elegida antes que la belleza de la familia?— preguntó Arán aún conociendo la respuesta— si su objetivo era cautivar al príncipe que se puede esperar de tan inexperta jovencita.

Es simple de explicar y Georgina lo sabe, el dolor de que sus padres prefieran a Lizzy antes que a ella, todas sus altas expectativas están puestas en la mas pequeña, pero eso no siempre ha sido así. Los errores matan a las mujeres, peor si ella está en la mira de todos, el centro del universo, todos caminando a su alrededor para voltear su mirada para admirar.

Clemence y Arán tomaron asiento en una de las bancas del enorme jardín, las flores son uno de los mayores gustos que tiene Arán, siempre se encarga de que todas y cada una de las flores de su jardín tengan un excelente mantenimiento, además de que le dan una vista majestuosa a la residencia.

—¡Dios! No lo sé— exclama molesta— quizá mi padre me mantiene reservada para James Nyevelt, ya sabes que la prima Beth habla demasiado al respecto.

—O para alguien mucho más poderoso— supuso Arán tratando de alentar a su mejor amiga— Cariño sabes que con tu belleza hipnotizarias a cualquier rey.

—Por supuesto que lo sé Arán. Cómo sea, quizá una pelirroja le halaga más al linaje que otra morena.

—El carisma quizá— supuso Arán, tratando de no molestar a su amiga pues sabe lo sensible que puede ser— No puedo criticar a la niña de más si aún no la conozco por completo. A demás, una princesa siempre debe agradarle al pueblo.

—¿Carisma?— cuestiona sarcástica— ¡Ja! Claro, si es más amarga que el limón.

—Geo, por favor. El limón es ácido, digo que incluso para los insultos se debe tener conocimiento.

—¡Lo que sea! Mi fuerte son los números no me hables de alimentos— exclama— ¿Qué alimento es amargo?

—El café.

—Entonces Alice es más amarga que el café puro— dice con un tono infantil para proseguir a hacer un puchero y cruzarse de brazos.

—No puedo asegurarlo, tendría que conocer a la futura condesa.
¿Por qué no la invitas a cenar?— propuso su mejor amigo.

—Ni loca— se opone de inmediato— además mis padres no la dejarán venir.

—¿Por qué no lo intentas? Vamos será divertido— trató de animarla— ya sé, porque no invitas también a Markel y Jacob, así su padre se sentirá más seguro.

—No puedo prometer nada, pero lo intentaré— Georgina termino aceptando de muy mala manera.

Lamento no mencionar que Geo es histriónica, es por eso que tiene comportamientos tan teatrales en ocasiones. Siempre en busca de  ser el centro de atención para los demás ya que para sus padres no lo es, a pesar de que lo intenta ellos muchas veces ni siquiera la toman en cuenta. Triste o no, cualquiera rogaría por una poca de atención tras la sombra de la que jamás podrá salir.

Hace un año una revista público una larga lista de los amantes que Georgina Scott ha tenido, en esa lista se mostraban algunas fotografías de ellos y no en las mejores condiciones, los hombres más poderosos y guapos del mundo ya habían estado bajo los encantos de la morena Scott. Incluso se mencionaban los rumores envolviendo a  uno de los hijos del mafioso más poderoso del país, los hombres de mal carácter son un encanto para Georgina, si un hombre le atrae será suyo a cualquier costo.  Poco después ella misma le confesó a su mejor amigo que fue quien había entregado dichas fotos y lista a la prensa, incluso pagado para que hicieran aquel artículo con la intención de llamar la atención y claro que lo logro, llamó la atención de todos los medios quienes hablaban sin parar de la noticia, sin embargo no la de sus padres, quienes ni siquiera se molestaron en tocar dicho tema. A Clemence no le importa que algunas fotos andén por ahí sueltas, tampoco le importa ser tan directa en lo que quiere, lamentablemente eso le ha dado una muy mala reputación.

La promiscuidad de una mujer es satanizada, un tema del que nadie puede opinar, es el pecado más grande del mundo, las mujeres solo pertenecen a la pureza. Clemence lucha día a día con esos ideales, sus hermanos jamás han sido reprimidos por tener a varias mujeres, ¿Por qué solo para sus hermanas y ella existe la penitencia?

Alice Donde viven las historias. Descúbrelo ahora