Lena es la CEO de LCorp, Kara es una reportera de CatCo y ambas son mejores amigas desde hace más de tres años. En una noche de copas, ambas terminan teniendo sexo y acceden a ser mejores amigas con beneficios.
Todo inicia de maravilla... Hasta que...
Nota de la autora: Bueno, quiero agradecer por la espera. Espero que les guste este final. Nos vemos muy pronto con el Epílogo.
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Laureen
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*Kara Pov.*
Actualidad...
Estaba saliendo de casa con Lena en nuestro auto y se detuvo en la puerta del edificio para dejarme. Respiré hondo y sentí la mano de Lena sobre la mía.
—Todo estará bien, amor. —Se acercó y depositó un tierno beso sobre mis labios—. Lo que sea que solicite la Sra. Grant para dar exclusiva se lo daremos.
—Seré el centro de atención de todo. —Le dije y sonrió.
Me dio un beso más y acarició mi rostro con ternura.
—Puede con lo que sea Sra. Luthor. —Me dijo y sonreí.
Le asentí y la besé, le di un beso hermoso como se merecía. Me alejé y noté que se corrió su labial. Sonreí y se lo acomodé y sonrió.
—No te preocupes, me daré un retoque. Tú ve a trabajar tranquila que todo saldrá bien.
Le asentí y salí de ahí, dándole un último beso.
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No me cansaba de besar a Lena, era increíble lo bien que me sentía con ella. Subí por el ascensor y fui directo a mi escritorio, saludando a todos lo que me deseaban buenos días y devolviendo el saludo. Ahora sí que tenía miedo, mucho miedo. Dejé mis cosas y tomé el papel que tenía que entregarle a Cat. Abrí mis ojos como platos mientras me quedaba fuera de la oficina de Cat para entregarle el documento. Estaba esperando que se desocupe y cada minuto pasaba demasiado lento para mi gusto. Tenía mis manos sudadas y mi corazón casi en la garganta.
—¡Pasa Kira! —Dijo Cat.
Uno de los reporteros se fue y entré a paso lento.
—Muy buenos días, Srta. Grant.
Cat levantó la mirada y se quitó los lentes para mirarme.
—¿Qué hiciste, Danvers? —Me dijo y me quedé muda.
—¿Yo? Nada. —Le dije.
—Te ves como si hubieras cometido asesinato. —me dijo mirándome con atención.
Le entregué el documento y lo miró extrañada.
—Aquí tiene, Srta. Grant. Legalmente debo notificarla de mi cambio de identidad.
—¿Cambio de identidad? —Dijo Cat y tomó el documento. Lo observó y me miró con los ojos abiertos—. ¿Aquí dice que te casaste?
