↳ ᙃᥲყ ᙓɩɠᖾt ;;

373 18 7
                                    

 ╭══•"Loco"•══╮
 ╰══• ೋ•✧๑♡๑✧•ೋ •══╯

[•T E N T A C I Ó N•]

||ꕥ B E R S E C K ꕥ||

• ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • °

La joven miraba la vidriera deseosa de lo que se reflejaba en ellos. Muchas chicas adorarían ver vertidos de alta costuras o joyería, o tal vez chicos guapos en el centro comercial.

Si bien la pelirroja estaba en el centro comercial, no era para comparar joyería o vestidos, tampoco es como si fuera a robarlos, estaba de buen humor y por hoy dejaría pasar de largo el pensamientos de asaltar una tienda junto a sus amigas. Pero tampoco estaba para ver pasar a chicos guapos, todos le parecían horrendos y cursis o clichés. Si se fijaría en alguien, sería en un chico alto y con cerebro, no sería cursi y tampoco engreído. No, ese papel de engreída lo tenía ella, no quería que le robaran su papel.

Lo que ella miraba eran los pasteles nuevos de aquella famosa pastelería a la que una vez por "casualidad" se encontró. Ella había estado persiguiendo a la PowerPuff rosada, quería ver cuál era su punto débil y lo encontró, eran las cosas dulces. Pero al mismo tiempo, supo que ese también era su debilidad.

Le dio curiosidad el por qué la ojirosada hacía esas caras cada vez que tomaba un pedazo de los tres o cuatro pasteles que solía comprar al día. Y terminó igual que Blossom, fechada por ese exquisito sabor.

Pero era una pena, ese día no traía dinero consigo, pues lo había gastado con los pasteles de los días anteriores. ¿Cómo hacía esa heroína para tener tanto dinero en pasteles caros?
Seguro y tenia un gran empleo, en cambio ella solo trabaja en una tienda de comida chatarra. Su sueldo no le alcanzaba para comprar la misma cantidad de pasteles que la otra compraba.

Así que ese día no tenía de otra más que mirar la vidriera, esperando a que un milagro apareciera.
Y una idea se le vino a la mente, ¿y si asaltaba un banco y ya? ¡El dinero le alcanzaría para todo un mes!

Estaba por levantarse he ir a donde tenia planeado robar. Pero alguien la había parado, un chico le estaba ofreciendo uno de los pasteles del lugar que anteriormente estaba mirando.

─ ¿Y esto qué? ─. Preguntó ella, refiriéndose a por qué le trae tal cosa.

─ Se veía que querías uno de los pasteles del lugar y temía que fueras a robar a el lugar. ─. Le respondió el chico de ojos naranjas.

─ ¿Piensas que aceptaré algo de tu parte, Hibiki? ─.

─ ¿Solo acéptalo sí? Deberías agradecerme, seguro que no tienes dinero por haberlo gastado en tonterías. ─. Lo último lo había dicho más para sí mismo.

─ ¡Los pasteles deliciosos no son una tontería! ─. Se defendió, pero al cabo de unos segundos se dio cuenta de lo que había dicho y enojada tomó lo que el joven le ofrecía, solo para hacer que se vaya claro. ─ Que quede claro que lo hago para no dejarte como un idiota y para que te vayas de una vez. ─.

─ ¡Ja, si cómo no! ─. Se burló mientras retomaba su camino.

─ Espera, ¿cómo sabías que estaba mirando a la pastelería y justamente quería este sabor? ─. Preguntó al ver el sabor de chocolate que ella anhelaba volver a probar.

─ Es una simple casualidad, no te ilusiones, villana. ─. Dijo para retomar su camino y alejarse lo antes posible de ella.

Pero una mano en su hombro hizo que quedara quiero en su lugar.

─ ¿Cómo puedo estar segura de que en realidad me espiabas? ─. Esas palabras no fueron a distancia, sino cerca del oído del joven pelirrojo.

─ N-no imagines cosas raras, ¿c-cómo podría espiar a una villana como tú? ─. Se notaba incómodo por la cercanía que ella tenía con él.

─ No lo sé, dímelo tú, después de todo tú me estabas espiando, no yo. ─. Se hacia la inocente y ahora se ponía delante del joven.

─ Se notaba a distancia que ese pastel te estaba volviendo loca, además es una simple casualidad que te haya visto. ─. Se intentaba defender, pero no podía, estaba más nervioso que seguro.

─ Y se nota a la distancia que yo te vuelvo loco. ─. Ella posó una mano en la mejilla del chico, él puso una mano en el brazo de ella, intentado alejarla. ─ Como sea, estos tipos de pasteles son mi tentación, si en algún momento me vuelves a regalar otro pastel te aconsejo que debe tener relleno de chocolate. ─. Se alejó de él como si nada hubiera pasado.

A lo que el chico se quedó estático en su lugar y sus mejillas ardían por la vergüenza.

Bueno, quizá ella lo volvía loco. ¡Pero no es que como si le gustara!

Se repetía constantemente, tenia la cabeza hecha un lío y sus compañeros no lo dejaban en paz para pensar en sus cosas.

︴↳|| ③⓪ ᴰᶤ́ᵃˢ ᵈᵉ ᴬᶻᵘ́ᶜᵃʳ˒ ᶠˡᵒʳᵉˢ ʸ ᴹᵘᶜʰᵒˢ ᶜᵒˡᵒʳᵉˢ ||ˎ'-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora