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— ¿Me estás diciendo que tu verga se paró con el Jefecito? — Changkyun soltó una carcajada— Eso no me lo esperaba. — añadió, lanzando a su boca mini malvaviscos que había conseguido en el refrigerador.

—No estoy diciendo eso, solo creo que fue una acción retardada de mi cuerpo a los estímulos de la masturbación—

— ¿Y entonces el cuentito para qué...?—

—Solo te estaba contando el contexto en el que pasó. — expliqué.

Justo ahora me siento orgulloso de lo que ocurrió esta tarde. Fue mi primera excitación y eyaculación y fue algo esplendido, no sabía que algo tan sucio podía sentirse tan bien. Ahora ¿Cómo hace la gente para no sentir vergüenza de algo tan (des)agradable? Porque luego de salir del baño sentí que todos me observaban por ese hecho.

—No lo sé Hyung, las cosas no suceden de esa forma. — volvió a decir Changkyun poco convencido haciendo referencia al anterior tema y se sentó en el sofá. —De todas maneras, prueba si funciona esta noche. — tomó el control del televisor y lo encendió. —Apropósito Hyung, ¿Puedo quedarme esta noche en tu casa? Van a pasar un nuevo programa y en mi casa no está el canal. —

—Cómo quieras. Igual te llevas quedando en mi casa desde hace una semana. — suspiré y me fui a mi habitación.

La verdad me agradó la idea de volver a intentarlo, quien sabe, quizás ahora mi cuerpo sí reaccione y si es así, por fin estaré en paz conmigo mismo, podré tener una pareja que no me deje por ser impotente o al menos podré hacer otra cosa con mi cuerpo que no sea ignorar que existe.

Siempre me sentí incompleto por no poder tener una erección como el resto de los hombres y realmente había sido alguien totalmente desafortunado por salir "defectuoso"... Y no sé cómo pude creer que algo sería diferente después de esos pocos minutos tratando una estúpida erección en el baño de la empresa... Porque aun después de 3 horas ¡NO LOGRO QUE SE LEVANTE!

Me levanté de la cama con desesperación. Debe haber algo especial, algo fuera de lo común que haya hecho y me haya excitado sin darme cuenta, así que decidí; orinar, lavarme la cara, ver mi reflejo nuevamente con frustración (no sé porque creí que eso tendría algo que ver).

—Maldita sea. Changkyun puede que tenga razón. — hablé en voz baja apoyándome del lavamanos.

—Entonces lo aceptas. — habló Changkyun desde la puerta del baño, comiendo ahora galletas con chocolate y sonriendo socarronamente.

— ¡Maldición Changkyun ¿desde cuándo estas ahí?! — exclamé impresionado por su presencia.

—Bueno, si te deja dormir en paz, vamos a decir que estoy aquí desde que te diste cuenta que el jefecito de excita. —

—QUE NO LO HACE... — Le lancé la pasta de dientes para que se fuera y cerré la puerta.

Y aunque haya dicho eso... la verdad estoy comenzando a creer que no es así y que Changkyun tiene la puta razón.

Sinceramente no lo conozco, solo sé lo que todos saben de él; nunca me atrajo físicamente, en parte porque siempre creí que debía ser hetero y en todo caso tampoco es lo que busco en un hombre, por otro lado me trata como mierda y no es que tenga gusto por la gente que me ve por sobre el hombro... Yoo Kihyun es un enano, egocéntrico, elocuente, antipático y millonario. En lo último en lo que puedo pensar es que tengo una especie de fetiche, que desconozco completamente y por el cual me excité inesperadamente, ahora, realmente no sé qué tengo que hacer.

¿Saben? No me importaría tener un fetiche por muy raro que sea o gastar dinero que no tengo para complacerme con esos fetiches, pero sí tuviera que elegir entre no volver a excitarme nunca más y que Yoo Kihyun logre excitarme, definitivamente pagaría una castración.

—Hyung yo que tu aprovecharía la oportunidad. — como si no fuese algo obvio en Changkyun —Si "jefecito" te excita aprovecha la oportunidad. Quizás él si quiera coger contigo sin tener nada serio y a ti te sale mejor. —

—Changkyun no todos son como tú. — entiéndase: "puto" en la frase. —y ya baja lo pies del mesón, no es un SPA. — empujé sus pies lejos de donde iba a preparar el desayuno.

— ¿Sabes? Dicen que la baja presión arterial puede producir disfunción eréctil, deberías poner los pies para arriba. — aconsejó, esperando a que me distrajera para volver a subir los pies.

—Eso es estúpido. — entorné los ojos y lo ignoré.

Bueno, es realmente estúpida esa idea, pero aquí estoy; acostado boca arriba en el piso viendo una telenovela de media mañana con los pies apoyados en la pared. Siento la sangre fluir hasta mi cabeza, pero todo es igual en mi entrepierna.

La única razón por la que no dejo de hacerle caso a Changkyun, por más pendejas que sean sus ideas, es porque la mayoría del tiempo tiene razón y aunque sea más joven que yo, en muchas situaciones tiene más experiencia, incluso más que una puta. Supongo que Changkyun ya está a otro nivel; ayer tuvo una cita con Hoseok, hace un par de días faltó al trabajo por ir a un motel con un tipo desconocido y ahora supuestamente va a ir a un recuentro de compañeros de clase, que no me vea cara de idiota, seguro se va a coger a todos sus compañeros.

Es curioso, una vez conoces a alguien gay, suele parecer que todo el mundo se convierte en gay o comienzas a pensar en el sexo y todo tu mundo comienzas a girar en torno al sexo pero en mi caso, aparentemente todos resultan ser putos... y lo veo y no lo creo.

No creo haber llegado a aquí por coincidencia. Luego de haber estado horas solo, esperando a que Changkyun regresara luego de cogerse a medio instituto, decidí salir a caminar, inconscientemente pero a conciencia despierta vine a parar al distrito del sexo; una zona para mayores de edad, con bares de noche, moteles, tiendas de juguetes sexuales y prostituta/os.

Lo sorprendente es que llevo menos de 3 horas y ya he visto al jefecito Yoo Kihyun alias "hace lo correcto", entrar en cuatro moteles diferentes, con cuatro personas diferentes y finalmente irse en una camioneta lujosa luego de haber hablado con el conductor.

—Que mierda. — reí desde la esquina oculta desde donde visualicé cada escena. —Aparentemente, todos sí pueden ser putos. —

A ver, pongamos los puntos sobre las "i", Yoo Kihyun tiene; el rango más alto en una empresa de mucho auge actualmente, recibe una paga (de la puta madre) lo suficiente como para llamarse millonario; quizás tiene a media empresa detrás de él; es el favorito del dueño; mantiene un coeficiente intelectual mil veces más alto que sí mismo y como si fuera poco; vive los fines de semana prostituyéndose en la zona más mísera y vulgar de toda la ciudad.

No es como si tuviese una vida horrible...

Para el colmo el muy desgraciado tiene público. El domingo volví a ir al mismo sitio y esta vez fueron cinco hombres diferentes en cinco moteles diferentes; dos mujeres de, aparentemente, clase alta; 3 chicos de ¿secundaria? Quizás y para completar, quedándome hasta más tarde vi como era llevado y regresado al mismo sitio por más de tres carros diferentes de, posiblemente, 3 clientes diferentes. Miento si no digo que estoy impactado.

— ¿Y qué vas a hacer? — preguntó Changkyun luego de haber escuchado la cómica historia del jefe prostituto.

— ¿Debería hacer algo? — rebatí, lo que había visto el sábado y el domingo no tenía que implicar "algo".

—Yo solo digo que pruebes ser uno de sus clientes y si te vuelve a excitar... Bueno, es un prostituto; por paga no creo que se niegue. — sugirió, mientras comía una paleta de helado subiendo en el ascensor camino a las oficinas.

—No pienso arrodillarme para él, ya me pisotea demasiado con su altanería. —

—Míralo de esta manera, sí resulta, quien se estaría arrodillando sería él y no tú. —

Ok, eso es... ¡Brillante!

ADDICTED [Showki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora