Doctor Reid.
Doctor Reid.
Escuchaba una voz femenina llamarle.
El joven agente abrió lo ojos y se encontró en la entrada del edificio del FBI; miró al frente y se topó con la chica de recepción, ésta lo miraba sonriente, al igual que cada día.
- ¿Cómo está doctor Reid? -le preguntó la joven sin borrar esa linda sonrisa.
- Bien, gracias -le sonrió de vuelta por cortesía.
Estaba dispuesto a subir hasta las oficinas de la UAC, cuando recordó algo.
- ¿Tú eres Liliana Ross? -le preguntó.
- Según mi certificado de nacimiento, sí -rio la joven por su propio comentario.
- Pero, se supone que habías desaparecido hace dos días -preguntó extrañado.
- Hmmm, según recuerdo, no -frunció el ceño la morena.
- Oh, lo siento, creo que estoy algo confundido. Olvídalo -le dijo finalmente.
¿Entonces, solo fue un extraño sueño? Se preguntó antes de subir al elevador.
Luego de ese raro encuentro, el día pasó rápido y calmado. Extraño, tomando en cuenta el trabajo que tienen, pero no le tomó importancia.
Ya era tarde, por lo que decidió irse a su departamento, pero primero tenía pensado pasar a la cafetería, ya que su cuerpo le pedía una taza de un buen café. Entró a la cafetería y el olor a café que invadía el lugar era simplemente delicioso, por lo que se acercó a la caja para pedir lo suyo cuando una chica que estaba delante de él dio la vuelta sin darse cuenta de su presencia, y al chocar con él derramó parte de su café sobre ambos.
- Auch, quema -se quejó la chica, sin mirarlo todavía.
- Lo siento - se disculpó mientras intentaba que la ropa con el líquido caliento no tocara su piel.
- Oh, no te preocupes, fue mi culp... -la chica quedó a media frase cuando vio con quién había chocado- ¿Doctor Reid?
- Señorita Ross -la miró sorprendido- ¿Qué hace aún por aquí a éstas horas? Creí que salía más temprano que nosotros.
- Tuve trabajo extra -sonrió cansada-. Por eso salí más tarde de lo normal.
- Ah -respondió simplemente, dejando un silencio incómodo entre los dos.
- Bueno, doctor Reid, creo que debo irme antes de que se haga más tarde -le sonrió despidiéndose del joven agente.
- Sí, ya es tarde, puede que sea un poco peligroso -dudó en si decir lo siguiente-. ¿Quiere que la acompañe? -habló finalmente.
- Pero mi departamento queda hacia el lado contrario del suyo -intentó negarse.
- No se preocupe. Para una mujer es más peligroso caminar sola durante la noche -intentó convencerla.
Finalmente, la morena aceptó la compañía del doctor. Y así, ambos salieron del lugar, tímidos por la presencia del otro. Caminaron un par de cuadras cuando la joven mujer decidió romper el silencio.
- Doctor Reid, ¿por qué preguntó sobre mi desaparición esta mañana?
- Sobre eso... -dudó en si sería buena idea contarle- Tuve un sueño extraño, en dónde se nos notificaba de su desaparición junto al de otras dos chicas.
- Hmm, pues es bastante extraño -miró hacia el cielo pensando- ¿Y ocurría algo más? ¿Me encontraban? ¿Daban con el secuestrador?
- En realidad no. Lo último que recuerdo es que después de dos días Hotch me envió a descansar -la miró extrañado-. ¿Por qué lo preguntas?
- Por nada, solo me daba curiosidad -le mostró una sonrisa tranquilizadora-. Pero bueno, solo era un sueño, ¿no?
- Sí. Y me alivia bastante -dijo sin pensar.
- ¿Por qué? Si sólo soy una recepcionista, no sería tan importante si desapareciera.
- ¿Pero qué dices? -frunció el ceño- Cada persona es importante, y más aún si es alguien que trabaja en el FBI con nosotros. Sin importar si eres la recepcionista, cada persona que trabaja ahí es importante.
La chica lo miró sorprendida, porque alguien consideraba importante su insignificante trabajo en ese lugar.
- Grac... -no terminó de hablar porque un fuerte estruendo la hizo asustarse y empezó a llover fuertemente-. Oh, no. No traje mi paragua -dijo preocupada.
- Será mejor que apuremos el paso, ya no queda mucho para llegar.
Ambos empezaron a caminar más rápido y en menos de cinco minutos llegaron al apartamento de la joven.
- Será mejor que entres, al menos hasta que pase un poco la lluvia -propuso la chica.
El agente aceptó dudoso de la idea; aún así ambos subieron al apartamento y la joven fue a buscar un par de toallas para que se secaran mientras Reid prendía la calefacción.
- Dios, siento que esto es un mal cliché -apareció la chica secándose el cabello con una toalla y pasándole otra a Reid.
- Gracias -dijo cuando la recibió-. Sí, parece como esas historias creadas por chicas adolescentes.
Ambos se miraron y empezaron a reír.
- Tienes razón. Esas historias clichés las detesto -dijo entre risas Liliana.
En cuanto ambos lograron calmarse, Reid empezó a observar mejor el lugar y vio una gran estantería con muchos libros, los cuales iban desde libros sobre ciencia hasta libros de ciencia ficción.
- Wow, tienes una colección increíble de libros -dijo asombrado.
- Cuando estaba en la universidad me gustaba mucho la ciencia y la literatura.
- ¿Qué estudiaste en la universidad? -preguntó curioso.
La chica se sentó en el sofá y Reid la siguió.
-Estaba estudiando ciencias forenses, pero tuve problemas familiares, así que dejé mis estudios en tercer año.
- ¿Y no quieres terminar tus estudios ahora?
- Creo que ya es tarde para eso.
- Nunca es tarde para aprender.
- Me gustaría, pero no puedo...
Reid vio una ligera sombra de tristeza en la mirada de la morena. Estaba a punto de preguntar la razón, pero la chica lo interrumpió antes.
- Oh, mira, creo que ya pasó la lluvia -la chica se puso nerviosa.
- Tienes razón, creo que es hora de irme -no quiso seguir insistiendo, porque se había dado cuenta del nerviosismo de la chica y no quería hacerla sentir incómoda-. Gracias por la agradable conversación de hoy -se despidió con una sonrisa y se fue, sin saber lo que estaba ocurriendo en realidad.
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Más allá de los sueños | Spencer Reid
Fanfiction- Spencer -escuchó una voz susurrarle. Miró a su al rededor, pero no vio a nadie llamarle. - Spencer -otra vez, pero esta vez se dio cuenta que la voz provenía de entre los árboles. Reid empezó a correr y sus propios pies lo guiaron hasta aquel luga...