Plan En Marcha.

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Sofía.

Como buena hermana debía hacer algo y lo hice. Se llama América, tiene 16 años y va en segundo igual que yo. Sus gustos musicales son pésimos y en realidad anda con Travis solo por la popularidad.

Patética la niña.

-Pero así le gustan a nuestro idiota principal.

Deje mis cosas en el casillero para poder disfrutar de mi descanso, no tengo idea del porque este casillero huele a dulces.

—¡Kennedy! ¡Kennedy! —Todos no paran de hablar de la derrota descomunal a los Dorados. El equipo de béisbol de la escuela. No paran de decir que sin un tal Steven no son nada.

—Hola Cooper. —Me gire al saludo y es ese idiota de nuevo.

—¿Quién es Steven? —Hizo cara de sorpresa. —Bien, le preguntaré a otro.

—No, es solo que desde que se fue no se había mencionado. —Le mostré mi cara de aun no tengo mi respuesta. —Alex Steven era una chica del equipo de Beisbol, por ella ganaron el año pasado las juveniles y Collins la reclutó para jugar universitariamente. —Interesante, esta escuela no me deja de asombrar.

—Gracias. —Inicie mi camino a la cafetería. —¿La conocías? —Pregunté al ver que me está siguiendo.

—No mucho, yo soy de americano no de Beisbol. —Genial lo veré hoy en el partido. —Pero si estoy furioso porque se llevó a Ian. Nuestro mejor receptor.

—Germán es bueno, solo que eres demasiado orgulloso para aceptarlo.

—Linda no me conoces. —¿Como me llamo? —Dentro del campo y como capitán soy otro. Acepto que Germán tiene talento, pero es un idiota que no se compromete, cree que por ser el más rápido puede faltar a los entrenamientos a cada rato. El entrenador lo banqueta por eso.

—Claro. —Me gire para seguir caminando.

—Puedes venir a los entrenamientos y ver que digo la verdad. —Le interesa que le crea. —Son todos los jueves y viernes a las 5 pm.

—No es como que quiera desperdiciar mi viernes viendo a hombres sudoroso.

—Entonces están las porristas. —Me solté riendo ya que mal entendió mi respuesta. —Todos vienen a verlas a ellas.

—Claro, sobre todo a tu novia ¿No?

—Que puedo decir, todos quieren, pocos pueden. —Es un egocéntrico de lo peor.

—Claro todos quieren, pero pocos pueden. —Lo mire pícara. Sabe que estoy coqueteando.

—No estoy interesado.

—No te lo estaba ofreciendo, pero te apuesto 100 billetes a que si metes a Germán ganan. —Mira a otro lado sonriendo. —No he dejado de escuchar a toda la escuela que van contra Texas y que le tienen miedo.

—Tengo una mejor idea, meteré a Germán a todos los juegos, pero a cambio quiero que entres a la escuadra. —Mi cara de mega asco le divirtió.

—Tengo una reputación que cuidar ¿Sabias? —Se encogió de hombros.

—¿Es un trato?

—Al menos lo intente. —Seguí mi caminar hasta la cafetería donde Germán me observa de lejos. No le gusta para nada mi coqueteo con su enemigo número 1.

—A América no le gustara tu respuesta. —Como si me importara.

Ruby.

Pase a la casa por ropa para poder relajarme en su enorme piscina cubierta. El agua siempre está caliente.

Mi desastre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora