Mejor Amiga.

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Toda la noche de ayer los ánimos en casa estuvieron muy tensos, nadie ha podido dejar de hablar sobre lo sucedido.

—Si gracias, excelente noche. —Tome la mano de Graham el cual esta situación lo tiene muy estresado.

—Ven a la cama, descansa.

—No puedo, el miedo de perder a Sofía me está matando.

—Nadie nos va a quitar a Sofía, primero deberán matarme a mi antes de que eso pase.

—Te prometí que no dejaría que nada les pasara y no estoy cumpliendo. No entiendo como estas tan tranquila.

—Estoy aterrada al igual que tú, pero volviéndome loca no ayuda en nada. Lo ideal es esperar y ver que sucede.

—Tengo miedo de que ese hombre aparezca y me quite el amor de Sofía. —No pude evitar reírme. —Claro burlarte.

—Graham ¿Quién la llevó a su primer baile?

—Yo.

—¿Quién la defendía a morir de mí? ¿Quién estuvo en su cumpleaños número 16? ¿Quién ayudó el primer corazón roto? ¿Quién estaba ahí cada entrega de notas para decirle lo orgulloso que estaba? ¿Quién le enseñó a manejar?

—Yo estuve ahí siempre.

—¿Quién es su padre?

—Graham Cooper. —Nos estaba escuchando. —De Sangre o no si me lo permites, quiero ser tu hija toda mi vida. —Germán también salió de la cocina.

—Ya lo eres mi princesa. Ustedes 3 son lo más importante para mí. Y no me agrada mucho su pelea. ¿Como piensan arreglarlo?

—Cuando ella acepte a América.

—Cuando el acepte a Travis.

—Eso jamás pasará.

—Ahí está tu respuesta, la cosa está en que yo si sacrifique algo por arreglar esta relación, en cambio tu. —Sofía se paró frente a Germán, es una minion a comparación de Germán y aun así esa chica lo doblará en segundos. —Un par de piernas puede más que la familia. Es triste saber que tengo un papá que me apoya, pero un hermano que no. —Se fue.

—Te estoy protegiendo.

—Estaré bien, de igual forma ya había tenido el corazón roto una ocasión. —En verdad le gusta ese chico a mi hija.

—No llevan ni una semana saliendo Sofía.

—Eso debe darte una idea de lo mucho que le importa. —Sofia subió las escaleras rumbo a su habitación. —German, Sofía no había tenido novio desde primer grado, aquel que la engaño con su mejor amiga.

—Hijo vio algo en Travis y aunque no nos guste a ambos debemos respetarlo. —Me apoyo Graham.

—Eso jamás pasará. La va a lastimar.
—Se fue en dirección al patio.

—¿Y a ti porque no te cae bien Travis?

—Es un chico. —¿Eh? —Y tiene pene. —Oh, ya entendí.

—Porque los hombres tienen tanto terror a la sexualidad de su hija.

—No hablemos de eso. —Intento huir de mi pero no lo logrará.

—Nos encanta el sexo tanto como a ustedes. Y conoces a Sofía, no hará nada siendo manipulada. Más bien temo por ese chico.

—¿Estás diciendo que estás de acuerdo de que tu hija tenga sexo?

—Si, siempre y cuando sea responsable. No la voy a privar de algo que yo sé que es glorioso. Y más cuando yo lo tengo a cada minuto que yo quiera. —Lo abrace por la espalda y lo rodie con una de mis piernas, traigo un vestido corto así que él tuvo acceso directo a mi piel.

Mi desastre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora