Remains {Louis Tomlinson Fan Ficción}

Capítulo cuatro.

Narra Louis

26 de julio.

Al llegar a Milán agradecí al cielo que ninguna fan estuviera esperando por nuestra llegada en el aeropuerto, lo único en lo que pensaba era en lo mucho que quería dormir, no me apetecía rodearme de jóvenes chillonas, mucho menos pararme con ellas para fingir una sonrisa y sacar una foto. Una cama, eso era solamente mi capricho en aquel momento.

Zayn y yo nos alojaríamos en un hotel cercano al aeropuerto, mientras que Niall y Harry estarían en el centro de la ciudad y Liam, ya que se había traído a Sophia con él, estaría en otro alejado del resto.

Casi siempre era así, nos dispersábamos. Pocas veces compartíamos hotel los cinco.

Tiré la maleta en una esquina nada más entrar en la que sería mi habitación durante lo que quedaba de semana. Me descalcé y dejé caer mi cuerpo sobre la cama, tenía tanto sueño que dormir por todo un mes sería insuficiente para recuperar energía.

Busqué mi móvil en el bolsillo del pantalón, dibujé con el dedo el patrón de desbloqueo de la pantalla y entré en la galería de fotos, busqué entre las que tenía guardadas la suya. Mis labios se curvaron al ver la foto ampliada en la pantalla. Aquella imagen era de principios de 2014, ella la había colgado en su Instagram y salía tan guapa que hice una captura de pantalla para tenerla siempre. Y fue lo mejor que pude hacer porque semanas después borró su cuenta y no volví a saber nada más de ella.

Una foto de hace dos años era lo único que me quedaba de una relación muerta.

Genial.

Rodé sobre el colchón, quedando tumbado de lado, abracé uno de los cojines sin quitar la vista del móvil.

Si no hubiera sido tan imbécil aquella noche, ahora mismo la estaría abrazando a ella y no a un puto cojín.

                                                  ***

Oí golpes y una voz lejana llamarme. Froté mis párpados con el dorso de las manos, desperezándome. Al final me había quedado dormido mirando la dichosa foto.

-¡Louis! –mi nombré sonó a través de la madera de la puerta.

Me levanté de la cama medio aturdido por el sueño. A pasos lentos llegué a la puerta. Escuché un par de golpes más antes de abrirla.

-¡Por fin! Joder, llevo un buen rato llamándote al móvil y aporreando la puerta, pensé que te había pasando algo –Zayn suspiró como si se acabara de quitar un peso de encima. Pasó dentro y cerré la puerta-. ¿Qué estabas haciendo?

-Dormir –contesté bostezando.

-Yo no soy capaz de dormir. Y me aburro.

-Y claro, tienes que venir a tocarme a mí los cojones.

Fui al baño a lavarme la cara, me quedaba dormido hasta de pie, necesitaba agua fría para despejarme.