#2 PERDÓN; taennie

》Capítulo 4

— ¡Tu hijo!

— ¿Qué demonios estás diciendo? — frunci mi ceño, totalmente perdido ante esta situación.

¿Un hijo? ¿Mío?

Claramente no era posible, no quería que lo fuera.

— Lo acabas de escuchar muy bien Tae, además advertí, que no iba a repetir esas palabras, así que ahora toma tu decisión.

— Eso no puede ser verdad.

— No tengo por qué mentirte.

No sabía cómo reaccionar, todo esto me había como balde de agua fría, mi mente estaba en blanco aún tratando de procesar todo lo que ella estaba diciendo.

— Podre jugarme con miles de cosas, pero menos con el amor que te tengo y ahora menos con la vida de un ser inocente que no tiene la culpa de nada.

Mierda...

— No es posible, tu y yo no--

— ¡Claro que no es posible! Taehyung, solo te quiere ver la cara y ¡atraparte con tal disparate! — la voz de Jimin se hizo sonar a mis espaldas.

Lleve ambas manos pasándolas por mi rostro hasta llegar a mi cabeza, estaba desesperado no sabía que hacer, que decir.
Si lo que ella me decía era realmente cierto, que iba a pasar ahora. Con mi carrera, con mi vida.

Con Jennie.

¡No, dios mío, no!

Jennie.

Ahora realmente la estaba perdiendo y para siempre.

— ¿Hyung? — Jungkook trató de llamar mi atención pero no le hice caso, en ese momento estaba ido en mis pensamientos.

— Taehyung — Nam toco suavemente mi hombro, lo mire con tristeza, temor y confusión, miles de emociones me invadieron en ese momento.

Estaba perdido.

Me brindo una mirada tranquilizadora y me señaló hacia la entrada donde aún se encontraba Seunghee, seguramente esperando mi respuesta.

Mi expresión inmediatamente cambió a una neutra, sin saber que decir o que expresar, me acerqué hacia ella y tomé su muñeca tirando de esta hasta llevarla a mi habitación.

Si lo que realmente decía era cierto, entonces no me quedaba nada más que hacerme cargo, pero antes de todo, necesitaba saber la verdad.

Una vez que llegamos la adentre, e hice lo mismo, cerré la puerta con seguro y me giré hacia ella. Quién sorprendentemente se hallaba más tranquila de lo normal.

— Dime que no es cierto — pronuncié.

— No negaré lo evidente, Tae.

— ¿Como es posible? Tu y yo no me hemos tenido nada desde hace meses.

Su rostro mostró una ligera expresión de nerviosismo, pero rápidamente se relajó y seguido con su mirada y postura segura de si misma.

— Tengo diez semanas de embarazo — formuló sorprendiéndome — Saca tus propios cálculos, hace casi tres meses fue nuestra última vez Taehyung, ¿acaso lo olvidaste? — frunció el ceño — Fue mucho antes de que te reconciliaras con ex noviecita.

La última vez...

Mi mente empezó a trabajar en eso y lo recordaba, fue aquella vez en la cual discutí con Jennie y me marché de casa dejándola sola. Fue antes de su viaje a Japón.