》Capítulo 6

635 68 87
                                    

— Jennie estuvo aquí — solté sin más.

Sabía perfectamente que había cavado mi propia tumba al decir aquello, pero gracias a dios crucé mis dedos antes de jurarle a Jennie-noona.

Lo sé, soy un genio.

Observando la mirada asesina de la mujer a sus espaldas, pero un hermoso brillo en los ojos del pelinegro, quien sonrió ligeramente, sabía que mis palabras no iban en vano.

— ¿Por qué? ¿Para qué? — preguntó impaciente.

— Pues, no lo sé — justifique.

— ¿Cómo? Algo debió haberte dicho.

— ¿Sabes qué? Preguntárselo a ella, ahorita debe estar bajando hacia el estacionamiento y si no te apuras, perderás esta oportunidad romeo.

Taehyung, recepciono todo rápidamente, y cuando estaba a punto de salir, la mujer presente lo detiene.

— No vayas — le suplicó.

Pero mi amigo, se soltó de su agarre y salió a toda prisa, dejando a Seunghee, como alma que se lleva el diablo.

— ¿Quién demonios que te crees? — escandalizó mirándome.

— Jeon Jungkook — respondí con clara obviedad.

— ¡¿Por qué le dijistes eso?! ¡¿Acaso quieres que esté niño crezca sin un padre?!

— Si es que en verdad es su hijo — hablé y en ese momento su mano se alzó, para propinarme una cachetada, la cual nunca llegó, pues a tiempo la detuve.

— Sueltame — forcejeo, pero no le hice caso — ¡Que me sueltes niño idiota! — gritó y solté me agarré de improviso, haciendo que la mujer retroceda unos paso bruscamente.

— Taehyung, no está, asi que no tienes nada más que hacer aquí, vete.

— No te conviene tenerme de enemiga, Jungkook — amenazó.

— Tú, menos — dije sin un ápice de temor.

Su rostro se tornó completamente furioso, tomo su cartera que estaba sobre la pequeña mesa ratonera de sala y salió de la casa golpeando fuertemente la puerta.

Suspire.

— Esto es cansado — dije, para después darme unos estirones y dirigirme hacia mi cuarto, con la pequeña bolsa negra, pues hoy sería una larga noche y que mejor que snacks, para pasarla con los videojuegos.

[•••]

Kim Taehyung.

Mi respiración se encontraba agitada y mis piernas parecían desfallecer en ese momento.

Maldita la hora, en que el ascensor estaba ocupado.

Hasta en eso, estaba más jodido que NamJoon, quebrando cosas.

Omitiendo los ruegos de mis piernas, pidiendo un descanso, seguí buscando en el estacionamiento, aún que sea un principio que me llevara a Jennie.

Y fue entonces que lo vi. Allí estaba su auto, aquel Mercedes convertible color blanco, captó mi atención. Y sin dudar ni un solo segundo, me estaba dirigiendo hacia allá.
Mis ojos se abrieron como platos, cuando aquel automóvil prendió para dar marcha a la salida.
Rápidamente corrí hacia el y me posicione frente a ella, ocasionando que frenara de golpe, mientras que mis manos estaba puestas en el capo del auto.

Ambas miradas se conectaron, pero la ella tenía esa expresión de terror y la mía de tranquilidad al poder alcanzarla.

Jennie, salió del carro y se posicionó frente mío.

#2 PERDÓN; taennieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora