Capítulo 9

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La semana de suspensiones había pasado y podía regresar a clases con normalidad, mamá estaba muy cansada así llevé a Daniel a su escuela, lo cual significa que yo llegaré tarde.

Tomé el camión en la parada cerca de la casa de Lillybeth, de hecho, dejé que pasara uno antes de subirme con la esperanza de que ella saliera, pero ella seguramente ya estaba de camino.

-8:50am "¿Estás de camino?"

Normalmente no uso el teléfono cuando trabajo, pero ayer no fue tanta gente como se esperaba, así que me permití mensajearme con ella hasta muy tarde, eran las 4 am cuando los mensajes dejaron de llegar, las cosas iban bien con ella, después de aquel beso habíamos hablado todos los días. Ni si quiera estoy seguro cuando fue que empezó a gustarme, solo sé que de repente ya no quería pasar tiempo alejado de ella y parece que ella se sentía igual.

Llegué a la escuela 15 minutos tarde, no me moleste en tocar, sabía que no me dejaría pasar, así que me quedé esperando fuera con los audífonos puestos. El tiempo pasaba mientras las canciones viejas que tanto me gustan sonaban y empecé a preguntarme como haría para pasar la clase de física. Supongo que tendré que pedirles a Alan y Lilly que me ayuden a estudiar.

Faltaban un par de minutos para que la clase terminara, me levanté del lugar donde estaba sentado y antes de que me diera cuenta Lilly casi me hace caer.

- ¡Cristián! – parecía sorprendida al verme, quizá no notó a quien acababa de atropellar hasta que me vio de frente – hola – dijo mientras me besaba la mejilla, aun no le habíamos comentado a Alan nada de lo que pasaba entre nosotros, no porque fuera alguna especie de secreto, simplemente no lo habíamos hecho.

Pero qué diablos, no hay nadie aquí, me estabilicé y la besé sin importarme que estuviéramos en medio de un pasillo de la escuela donde nos podrían castigar por ello, el cosquilleo que había sentido la primera vez seguía ahí y el olor a cereza me fascinaba cada vez más.

-Hola, te mandé mensaje – dije cuando me alejé de ella.

-Sí, lo vi apenas desperté, pero estaba muy apurada y no pude responderte.

- ¿Ya viste la hora? Llegas tardísimo.

-Cris, estás afuera así que es obvio que tú no llegaste más temprano que yo – me sonrió pícaramente.

-Tuve que dejar a Daniel en la escuela ¿Cuál es tu excusa?

-Digamos que ayer me quedé hasta tarde hablando con alguien y hoy no desperté por su culpa, deberías de culparlo a él y no a mí.

-Espero que al menos esa platica hubiera valido la pena.

-Claro que lo hizo, me encanta hablar con él, se parece un poco a ti de hecho – dijo guiñando un ojo.

-Pues deberías de presentármelo algún día – me empecé a acercar para besarla una vez más, pero el timbre que marca el fin de la clase sonó y nos separamos listos para entrar.

El profesor salió y me vio con una expresión que, al menos eso podría jurar, era de desagrado, yo lo ignoré mientras entraba Lilly y justo después lo hacía yo.

-Oye – le susurré al oído a Lilly justo antes de que se sentara – préstame los apuntes, los necesito.

-Claro, antes de irme te los doy, no quiero verte reprobar.

Me fui a mi asiento correspondiente, Alan me veía con cara extrañada, se acercó a mí en cuanto terminé de hablar con Lillybeth y me saludó muy alegremente.

-Amigo, no sabes lo aburrido que es estar aquí sin ti.

- Tenias a Lilly podías hablar con ella, si te aburriste es por tu culpa.

CUERNOSWhere stories live. Discover now