Alan y Verónica fueron a la sala, Alan en el suelo y ella en el sofá, estaban buscando una película mientras comían pizza, mientras tanto Cristian y yo regresamos a la mesa para vendar su herida.
-Tu mano – dije y el me la entregó sin rechistar, deslicé mis dedos por su herida y después pos sus cicatrices de anteriores heridas, quizá también se las había curado ella – ¿y qué hago?
-La verdad no sé si el procedimiento sea correcto, pero no creo que sea muy diferente a cuando te lastimas la muñeca. Inicias aquí –dijo señalando el centro de su palma – giras un poco alrededor de la mano y giras alrededor de la muñeca también, asegúrate de presionarlo suficiente para que no sangre... pero no demasiado o me cortaras la circulación.
Asentí y seguí sus instrucciones al pie de la letra, como dijo no fue difícil, no sé si lo hice bien, pero al menos esto serviría para evitar que esté al descubierto.
-bien hecho, chica lista – dijo mientras tallaba mi cabeza y acercaba la suya hasta que nuestras frentes estaban pegadas mientras sonreía – gracias, vamos a comer pizza anda.
Cuando llegamos ya había una película reproduciéndose, Alán había puesto una de comedia, nos sentamos en el sofá, Cristian en el centro con Verónica y yo a los lados mientras que Alan estaba acostado en el suelo disfrutando de su pizza y reía por la película.
Tomamos un trozo y disfrutamos de la película todos juntos, después de comer Cristian tomó mi mano y la colocó cerca de su pierna, estuvimos ahí, juntos y tomados de la mano.
Verónica se movía ligeramente en su lugar.
-Oye C... –dijo mientras le picaba repetidas veces en su mejilla – ¿Por qué no salimos?
Él la ignoró y siguió viendo la película, pero no sirvió de mucho porque después de un rato Verónica continúo picándole la mejilla, las cotillas, incluso le picó un ojo para llamar su atención y al ver que eso no daría resultado se acostó en sus piernas, su cabeza golpeo nuestras manos, le solté y alejé mi mano de ambos.
Me pecho ardía una vez más, no sé qué es este sentimiento, pero al verla tan apegada a él me hacía sentir de esta manera.
-Hey, me aburro C, salgamos todos anda, bebamos un poco...
-Ya no bebo Verónica, puedes ir a mi trabajo si quieres, te puedo regalar unas copas.
- ¿Desde cuándo no lo haces?
-Desde el incidente con Ethan.
-Oh... – la cara de Verónica cambió al instante enfocando un recuerdo y se levantó para ir al baño.
Ese sentimiento se apoderó de mí, me hizo alejarme ligeramente de Cristian.
- ¿Lilly? – giró su cuerpo mientras me hablaba – ¿Todo bien?
-Por supuesto... – dije sin pensar, pero era obvio que no era verdad, así que giré a verlo y corregí mi respuesta convirtiéndola en una pregunta – ¿Quién es ella?
- ¿Verónica?
-Conozco su nombre, Cristian... lo que no entiendo es quien es esta chica de la cual nunca escuché que hablaran con la cual los dos parecen sentirse tan cómodos, alegres y que parece estar muy apegados... en especial contigo... –esas últimas palabras salieron casi en forma de susurro, así que no estoy segura si las escuchó.
-Ah ya entiendo, perdona... Verónica – empezó a explicar – cuando Alan y yo empezamos a estudiar tomamos un ritmo bastante predecible, en las mañanas estudiábamos, en las tardes al salir íbamos a un antiguo árcade y de vez en cuando Ethan nos daba alcohol... –parecía avergonzado y molesto al hablar y sus ojos confirmaban mis sospechas – en fin, un día durante la tarde en el árcade nos encontramos con un chica, iba en otra secundaria, un año menor, pero con la cual nos entendimos casi al instante, mis cuernos no parecían molestarle porque su padre también tenía, esa chica era Verónica, a partir de ese día se unió a todas nuestras tardes e incluso nuestras noches con Alcohol en la sangre, en la pared hay una foto de los tres juntos en ese lapso. Recuerdo esa foto. esto solo fue hasta que terminamos segundo... ahí fue cuando descubrimos que Ethan era un malnacido, hubo un... encuentro entre ellos dos – parecía no estar contando la historia completa, pero para ocultar algo que no podía decir – en fin. Mientras que yo le hacía un favor a Ethan la policía me retuvo una noche entera, al darse cuenta que yo no sabía que el favor que estaba haciendo era entrega de drogas y al acusar a Ethan me dejaron ir, hubo muchos problemas por eso en mi familia, pero lo sobrellevamos, cuando todo había terminado quisimos encontrarnos con Verónica otra vez. No la encontramos en dos semanas, decidimos hablarle a su celular, me contó todo lo que pasó y que no quería seguir en esta ciudad mientras que Ethan estuviera aquí, ha venido un par de veces antes y siempre llega de sorpresa, así que nos alegra mucho tenerla aquí, es una amiga muy querida...

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CUERNOS
Teen FictionAmbientado en un mundo donde tus acciones tienen una repercusión física en tu cuerpo, si haces el mal cuernos te surgirán y si haces el bien una Aureola aparecerá, en la novela se relata la relación que surge entre Cristián y Lillybeth un chico con...