Capítulo 7

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- ¿Qué? – no esperaba esa respuesta.

-Soy Ethan, un gusto – dijo mientras me ofrecía su mano para saludarlo.

-Lillybeth... – respondí su saludo, Cristian rápidamente me puso atrás de él y se encaró a Ethan.

- ¿Qué buscas aquí?

-Solo vengo a hacer dinero y tú puedes ayudarme a conseguirlo como antes, ahora Charlotte me está ayudando, pero nos vendría bien una mano –ella le sonrió Cristian cuando giró a verla.

-No. Lárgate – me tomó de la mano e intentó caminar a otro sitio, pero Ethan lo detuvo y lo hizo girar.

-No puedes ignorarme así, Cristian, a papá no le gustaría... aunque claro, ya no puede decir nada por ti...

-Cállate. No me interesa escucharte –interrumpió Cristian mientras me soltaba para girar y empujar a Ethan haciéndolo chocar contra una persona.

Volvió a tomar mi mano y caminamos entre las personas, íbamos esquivando cuanto podíamos, pero chocábamos con algunas, cuando llegamos al segundo piso tenia manchas de cerveza en la camisa blanca. Con la prisa mi suéter se había quedado en la sala y no podía cubrir las manchas.

Cruzamos varias habitaciones hasta que entramos en una, era un dormitorio, por las fotos sobre el gran tocador pude suponer que se trataba de Selena, tenía una cama amplia con infinidad de almohadas sobre ella, un ropero de pared enorme, estaba cerrado así que no podía ver su ropa, todo estaba oscuras, no pude captar muchos detalles. La luz se filtraba por unas cortinas que escondían la puerta al balcón.

Cristian me soltó y salió por esa puerta, tenía los puños cerrados tanto que sus nudillos empezaban a ponerse blancos, se sentó observando la calle donde habíamos dejado el Auto de Alan. Me acerqué a él por la espalda y me senté a su lado, sus puños seguían cerrados, coloqué mi mano derecha sobre su izquierda.

-Tranquilo... – es lo único que pude decir. Pero funcionó, había abierto su mano, pero yo mantuve la mía en el mismo sitio, he escuchado que el contacto puede servir como un tranquilizante potente.

-No sabía que tuvieras otro hermano.

-No es realmente mi hermano, mi madre solo nos tuvo a Daniel y a mí.

- ¿Es solo hijo de tu padre? Es normal que las personas tengan una historia con otras personas antes de asentar cabeza con alguien – intentaba sonar tranquilizadora pero el giró la cabeza evitando mi mirada.

-Sí... Pero mis padres estuvieron juntos desde secundaria – sus ojos me dijeron que estaba molesto.

- ¿Cuántos años tiene Ethan?

-veintiuno...

-No entiendo... – No podía haberlo tenido antes de estar con su madre si se conocieron desde secundaria.

-Mi padre era... – giró su rostro para observarme.

-No tienes que contarme si no quieres – le sonreí y quite mi mano de la suya.

-Quiero hacerlo... – contuvo el aire unos segundos y lo sacó en forma de suspiro antes de continuar – Mi padre era un hijo de puta.

Callé, atenta, no sabía si seguiría hablando pues parecía estar pensando muy bien si debía o no hacerlo.

-No siempre lo fue – continuó – mi madre cuenta como era muy caballeroso y atento, pero con el tiempo se fue pudriendo, engañó a mi madre, Ethan es el resultado de ese engaño. Con el tiempo se casaron, pero nada cambio, el seguía engañándola cada que tenía oportunidad, era policía, así que los golpes eran fáciles de ocular – paró un segundo para verme, pero no dije ni una palabra – y contra mí también...

CUERNOSWhere stories live. Discover now