CUERNOS

Capítulo 13

Al día siguiente tenía los ojos hinchados, lloré más de lo que jamás había hecho, a pesar de ello, tomé el camión y llegué a la escuela, necesitaba hablar con Cristian y que me explicará... pero una vez más, él no llegó.

Se senté sin hablar con nadie. "Tenemos que hablar." le escribí, pero no recibí respuesta. En cuanto tuvimos receso Selena se acercó a hablar.

-Wow, te ves horrible – dijo mientras se carcajeaba.

-Nada que te interese Selena, déjame en paz, por favor.

-Nop –contestó mientras sacaba su teléfono y me apuntaba con él – no quites esa cara de... la verdad no sé ¿De qué tiene cara? –preguntó a una chica demonio que estaba junto a ella.

-Entonces tú no eres la más brillante del grupo, eh.

- ¿Qué dijiste? –se acercó y dio un golpe a mi silla.

-Hey, tranquila Selena, no se siente bien, déjala por hoy – interrumpió Alan poniéndose frente a ella.

-Como sea – me fotografió y se fue sin decir más.

-No necesito tu ayuda, Alan.

-Si conocieras más a Selena no dirías lo mismo... hablaste con Cristian ya... – asentí – lo siento Lilly...

- ¿Sabes qué pasa?

-Solo me dijo que lo haría, no me dijo porque, seguramente habrá una razón importante, él te quiere mucho y...

-No entiendo porque lo hizo, mucho menos de esa manera tan... Estúpida – él parecía sorprendido – lo siento... estoy molesta.

-Puedo notarlo ¿Quieres venir a la cafetería?

-La verdad no... estudiaré un rato...

Se despidió con una sonrisa y salió del aula, dejándome con un par de chicas neutras e Iván, cada día se veía peor, su mano izquierda temblaba y sus ojos estaban muy abiertos, como si algo en su teléfono lo estuviera sorprendiendo.

Pasaban los días y no sabía nada de él, Alan se veía preocupado, pero se negaba a decirme la razón. Incluso me vi tentada a ir a casa de Cristian, pero algo me decía que no debía hacerlo. Quiero hablar con él, aclarar que está pasando, quiero ir corriendo en busca de explicaciones, pero siempre había algo en mi cabeza que me detenía, como si ya supiera esas respuestas.

*****

No había ido a la escuela en toda una semana ya, muero de ganas por verla, por hablar con ella, por besarla o al menos sentir ese olor a Cereza... Pero no debo hacerlo, tenía que alejarme de ella, al menos así se quedará aquí... de que mierda sirve... no soy capaz ni de verla.

- ¿Todo bien, chico? – preguntó el señor Ricardo sacándome de mi trance.

- ¿A qué se refiere?

-No has hablado en toda la noche muchacho, apenas si mueves tu cabeza para contestar.

-No es nada, disculpe si le molesta mi comportamiento.

-Lo que me molesta es que no me estas contando la razón de ese comportamiento ¿Es por tu chica? – la mirada de Lilly, sus ojos llorosos vinieron a mi memoria y me tuve que obligar a borrar esas imágenes si no quería salir corriendo a buscarla – Así que di en el clavo... problemas en el paraíso, eh...

-Ya no es mi chica.

- ¿Y eso a que se debe? No me digas que agarraste una monedita teniendo oro en tus manos...