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Hoy es el día.

No pudo dormir con tan solo pensarlo, tenía que hacer muchas cosas antes, entrenar más, quería estar al alcance de los demás guerreros de otros universos.

Era muy joven para estar pensando en la posible destrucción del universo, además, uno de los únicos que pueden evitar tal catástrofe.

No puede mirarle el lado bueno, apenas está eligiendo que carrera universitaria quería estudiar, tantas posibilidades provocaban un nudo en su estómago.

¿Podía llorar?

O sentirse... ¿Feliz?

También iba reencontrarse con Gohan otra vez, después de tantos años...

¿Luciría igual o vería a alguien completamente diferente?

Sacudió su cabello con ambas manos para sacar esas dudas mortificantes de su mente, aún conservaba su pijama puesta, no sabía en qué momento se deben encontrar todos...

Apenas el sol se asomaba en la ventana y aprovecho en abrirla para verla acompañada del viento frío de la mañana. Al respirar profunda y dramáticamente "el aire exterior", sus músculos se relajaron de sobremanera y sonrió.

Descalzo y con delicadeza, se acercó a la puerta y la jaló levemente, no quería hacer ruido porque efectivamente, las otras personas que viven en la casa se encontraban dormidas.

No le molestaba en lo absoluto, era mejor, tiene el chance de arreglarse e ir al jardín.

Debía buscar unas cosas allí.















Los girasoles sostenían su vista al sol, porque de alguna forma u otra, sin este, estarían completamente jodidas.

Goten desde el cielo, sostenía un balde bastante grande y con velocidad, regaba cada planta establecida en el gigantesco jardín. El estaba determinado en no dejar caer el agua en su totalidad, solo ciertas gotas caían en el panorama, cualquier persona creería que esa acción era simplemente una lluvia y, en el proceso, se produjo un gran arcoíris.

Era una agradable vista.

Ya casi terminaba y—

—Nunca me esperas para ayudarte... —Una persona parecida al menor suspiraba cansado por el trajín realizado a última hora, esta se había quedado dormido y tuvo que vestirse a una velocidad increíble, bajar las escaleras e ir al jardín con toda la fuerza que tenía.

Sin desayunar.

Y asustando a su esposa en el proceso.

Sin mirar a su progenitor, Goten respondió en un tono bajo, pero aun así Goku pudo escucharlo. —Te levantas demasiado tarde, ya voy a terminar, justo— Esperó que el ultimo contenido restante del balde fuera atraída por la gravedad. —Ahora.

Cuando sus pies tocaron el suelo, Goku se acercó a su hijo con una sonrisa apenada. —No sé cómo le haces para levantarte tan temprano, dime tu secreto.

El hibrido no lo pensó mucho, respondió con un tono apagado. —No es muy difícil, cuando vas a la escuela desde pequeño se forma la costumbre y además, tener una figura paterna como Gohan me ayudó mucho, una vez me dijo "No lo veas como algo obligatorio, estoy seguro que puedes faltar cualquier día de la semana o no hacer nada pero ¿El mundo estará listo para ello?" — Lo último trató de imitar la voz de su papá pero obviamente falló en el intento. —Recuerdo que le dije entre ronquidos que al mundo no le importaba si yo iba a la condenada escuela ese día, pero aun así él me contrarrestó diciendo: "No lo digo de forma literal, mister sabelotodo, cuando digo mundo, hablo de las personas que te adoran Goten, esas personas forman parte de tu mundo y como soy una gran parte de ello o eso espero, no puedo aguantar viéndote malgastar tu tiempo, me han llamado hoy diciéndome que llevas una semana llegando tarde a la escuela y si te digo la verdad, quiero que demuestres todo tu potencial. Eso nunca lo vas a lograr si sigues mi sombra cuando voy a ir a vender frutas y verduras, o cuando estoy estudiando" No lo consideraba un regaño, pero era peor que eso, su tono era tenebroso.

—No solo porque estaba enojado sino en parte decepcionado por mi actitud descarrilada, supongo que fui influenciado por mis amistades flojas que se conforman con lo que tienen y no quieren ir más allá, pensando que siempre iban a tener a sus padres para ayudarles...

La culpa que sentía Son Goku en ese momento era bastante increíble, no podía mirar a Goten a los ojos, desde hace un buen tiempo, se sentía arrepentido de sus acciones.

Si hubiera visto las cosas de forma diferente.

Sentido.

Pensado.

Actuado.

Nada de este problema familiar hubiera pasado en primer lugar.

Pero no tenía el valor de decirlo en voz alta.

Aun no...

Pero algún día...

—¡Bueno! —Exclamó Goten estirando sus brazos y haciendo que Goku saliera abruptamente de sus pensamientos. — Todo me fue bien después de eso, mis notas subieron y mi rutina continuó a pesar de las altas y bajas, como estoy en vacaciones me tomo mi tiempo en cuidar el jardín, en días de clases tengo que hacerlo más rápido.

Goku mostró una sonrisa incomoda y temblorosa, se rascó la cabeza varias veces. —Regresemos a la casa, tengo mucha hambre y me imagino que tú—

Un ruido agonizante sorprendió al Saiyajin de sangre pura, Goten se sostuvo el estómago con ambas manos, con un gran sonrojo en su cara. —Perdón...

La incomodidad se evaporó de una forma tan sencilla que hizo que los dos compitieran en una carrera, en el cual el perdedor debía lavar los trastes.

















Goten ganó.



Hoy parecía que iba a ser un gran día.

Negative. [Gohan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora