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Videl Satán siempre fué una chica muy curiosa e insegura.

Nunca se creía lo que la gente decía, siempre preguntaba varias veces sólo para asegurarse.

Siempre notaba los pequeños detalles de las personas, aunque no les interesaba, le entretenía, además de prácticar artes marciales.

Nunca fué una chica inteligente, sus notas eran regulares, es una chica normal, lo único diferente es que su padre es él heroe más famoso y fuerte del mundo. Mucha gente se hacía pasar por sus amigos y lo odiaba.

Entró a la preparatoria a los dieciséis, recuerda todo a la perfección, le había costado un poco mantener su promedio, nada fuera de lo normal.

Nunca faltaban esas personas que le perseguían por su 'estatus' y la hacían enojar demasiado, no se sentía cómoda con ellos.

Hasta que lo vió.

Un chico pálido, demasiado para su gusto, de cabello negro, corto, aunque tenía algunos mechones largos que le llegaban a los hombros, ojos del mismo color, nada importante o especial.

Parecía que la pubertad le ayudó a dar un estirón, por ser de alta estatura, no se le notaban músculos debajo de esos sweeters y hoodies manga larga que cubrían sus brazos, aveces le veía con pantalones pasados de moda u otros que se le veían bien y hablando de zapatos, a el chico parecía que no le importaba, aunque iba combinado y se veía muy tierno, a su opinión.

Pero le veía sólo y no entendía el porqué.

Hasta que preguntó.

Es un adolescente prodigio, a sus quince años, la directora le había adelantado a último año por su excelente comportamiento y promedio. Y por supuesto, haciéndole las pruebas necesarias, finalizando con una nota perfecta.

Varias veces preguntó, a sus amigos u estudiantes cualquiera y la pregunta era casi siempre la misma.

"Es un nerd, ¿Para qué quiero estar con él?"

No era lógico, todo el mundo quería estar con ella y no era nada especial, ese chico con notas ejemplares, no tenía ningún amigo sólo porque es uno de los más inteligentes de todo el plantel.

La sociedad es lo peor del mundo, lo podía asegurar.

No todo se veía bien, él tiene ojeras, parecía que no dormía lo suficiente, notaba cuando se lo encontraba en algunos sitios, en la distancia, era un chico nervioso y sus ojos te transmitían el cansancio que su cuerpo podría tener.

Casualmente le veía todos los días, ella notaba que algo... Estaba mal en él, ahora sabía que su nombre es Son Gohan.

Se fijó que él nunca saludaba estrechando la mano, cuando abría su casillero era con delicadeza.

  Como ella siempre tuvo problemas con los cálculos, su padre le pagaba a un tutor de matemáticas y le enseñaba cada vez que no entendía alguna clase, se encontraban en la biblioteca.

   Y solamente los martes, a las dos de la tarde, encontraba al pelinegro haciendo sus deberes de estudiante como cualquier otro, le parecía común que una persona como él estuviera en la biblioteca, lo que le extrañaba era que tomaba su lápiz como si de algún momento a otro lo fuera a romper.

Recuerda que una vez, pasó pero el solo miró los dos pedazos de lápiz como si éstos tuvieran los secretos del universo, a los minutos guardó ambos pedazos como si nada en su bolso y sacó otro, continuando como si nada.

Escuchaba comentarios de la rareza del chico, aunque no le interesaba, ni veía algo malo.

Hoy se acercaría a donde él estaba, no le importaba los comentarios u opiniones de la gente.

De todas formas, Videl Satán nunca creía lo que la gente decía.

Negative. [Gohan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora