El Último Suspiro [Yoongi - BTS] {FINALIZADA}

[🎭; 08]

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Gracias a lo que fuera que había allí arriba, las clases terminaron. Los chicos se fueron y ellas esperaron a Lucas junto a la pelinegra decidiendo qué hacer esa tarde.

— ¿Cómo que qué hacemos? Pues nada, seguir con nuestras vidas  — Sofia se dio una palmada en la frente.

— Quiero decir, hace tiempo que no salimos las tres solas a algún sitio, ¿no os apetece? — hubo completo silencio entre ellas por culpa de dos chicos que dominaban sus mentes.

— Perdón, estaba pensando en Namjoon. ¿Dónde queréis ir? — dijo sin más mirándolas a ambas hasta que su mirada cayó en la mayor —. Tía, deja de morderte la uña, te harás daño — Lia había cogido ese mal hábito y ahora, lo hacía sin darse cuenta. Cuando la peli rizada tomó su muñeca, ella volvió al mundo, percatándose del desnivel de sus uñas —. ¿En qué piensas tanto?

— ¿Eh? No, en nada. A veces me quedo mirando un punto fijo, eso es todo.

— Pero ¿nos has escuchado? — asintió —. ¿Entonces tú qué quieres hacer?

— No me importa, la verdad. De momento, Lucas todavía no sale — las chicas se miraron con el ceño fruncido pues la pelinegra iba de un tema al otro sin ton ni son.

— ¿Y....?

— Nada. Que no sale — Lilith masajeó con desquicio su tabique nasal para no darle un golpe que le reiniciaría el Windows a la chica —. ¿Estás bien?

— Lia, ¿qué haces con tu vida?

— ¿Vivirla?

— Me cago en todo, ¿puedes apartar el sarcasmo?

— No es sarcasmo, es la realidad. ¿Qué quieres que te diga?

— Como que hace calor, ¿no? — espetó tratando de cambiar de tema pues las peleas que esas dos tenían eran igual de peligrosas que raras.

— ¿Qué dices? Se está bien.

— Te has trastornado tú sola. Increíble — dijo la peli rizada soltando una risa.

— Qué cosas, ¿eh?

— Yo no os entiendo. Cuando empezáis a discutir parece que os vayáis a arrancar los pelos.

— No estábamos discutiendo, solo le recordaba que es tonta.

— Eso te lo llega a decir otra persona y la entierras viva. Hola, Kitty —  habló Lucas a sus espaldas.

— Qué hermoso momento. ¿Debería envidiaros por no poder hacer eso con mi hermana?

— ¿No que te caía mal?

— Rectifico, no os envidio.

— Creo que deberías darle una oportunidad. Ella no tiene la culpa.

— Por el momento, paso.

Lucas era como una maruja, se enteraba de todo aunque su hermana no se lo contara, pero aunque fuera un cotilla, nunca decía nada. Pobre de él. 

Ellos se iban riendo de camino a sus casas hasta que el móvil de la peli rizada sonó. Ella chasqueó la lengua en cuanto lo leyó y todos supieron que había sido su madre.

— Será mejor que me dé prisa, ¿nos vemos esta tarde en el centro comercial?

— Está bien, pero ¿iremos a comprar ropa? — dijo con fastidio la pelinegra.

— Puede, pero luego iremos a hartarnos de comida.

— Me gusta la idea, yo quiero ver una película — añadió Sofia.