El Último Suspiro [Yoongi - BTS] {FINALIZADA}

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— ¿Qué ocurre? Hemos dejado solos a los chicos sin explicación alguna, ¿no crees que se enfadarán?

— No en cuanto sepan el motivo.

El chico había arrastrado a la pelinegra por toda la universidad y medio patio hasta que finalmente se detuvo.

— No sé qué te pasa, ¿debo preocuparme? — el mayor agachó avergonzado la cabeza y comenzó a rascar su nuca dejando la zona ligeramente roja.

— Me gusta Lilith — ¿era broma? Por un momento, ella se lo planteó, pero su fuerte sonrojo le confirmó que el mayor iba en serio —. Di algo... No me mires así.

— Perdona, pero ya lo sabía.

— ¿C-Cómo...?

Su cara decía a gritos que se lo tragara la tierra pues creía que si Lia lo sabía, Lilith también, pero se calmó en cuanto la chica le aseguró que Lilith no lo sabía. No al cien por cien, al menos.

— Quiero declararme, pero no me atrevo. Soy demasiado cobarde para eso.

— Si te sirve, creo que también le gustas — dijo ella de manera en la que no diera por hecho que el afecto era mutuo, provocándole una amplia sonrisa al ajeno.

— ¿Tú crees?

— Sí. Alguna que otra vez se ha sonrojado cuando hablábamos de ti.

— ¡Eso es fantástico! Pero... ¿Y si no es así? ¿Y si no siente lo mismo? Podría cargarme nuestra amistad... O peor, al grupo — su sonrisa desapareció.

Eso no iba a pasar porque el sentimiento era mutuo, pero tampoco quería exponer de esa manera a Lilith

— Por una vez, pensemos en positivo. ¿Y si también te corresponde? Comenzaríais a salir y puede que... Más adelante, casaros y hasta tener hijos.

— No flipes tanto, Lia. No sé si quiero declararme... — soltó un fuerte bufido mientras revolvía su pelo — Estoy hecho un lío.

— ¿Y si... no lo haces? Quiero decir, encontrar otra manera en la que podáis compartir los sentimientos sin necesidad de pasarlo mal.

— No te entiendo. ¿Dónde quieres llegar?

— ¿Y si preparamos un encuentro casual? Un encuentro en el que no tengas que pensar las palabras... Que alguien se comunicara contigo diciéndote frases para que todo fluyera bien.

— ¿Dices que me darás las respuestas?

— Bingo.

— ¿Y cómo se supone que vayas a hacer eso? — la chica chasqueó la lengua frente a la ignorancia de su amigo.

— A veces, tu IQ de 148 me da qué pensar. A través de los auriculares inalámbricos.

— No es mala idea, pero se me verán.

— No si llevas un gorro o te peinas el pelo de manera que tape tus orejas.

— Ya hace calor, llevar un gorro no es buena idea.

— Entonces tendrás que ir a la peluquería.