Capitulo 5

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Valentina se mordió el labio y luego maldijo en voz baja. Tenía la mala costumbre de hacerlo y a veces se rompía el labio, lo cual era tonto y estúpido, y un claro signo de una persona ansiosa. Miró las cosas que tenía en las manos y se preguntó, cuantas chicas habían estado de pie justo donde ella estaba ahora.

Frente a la puerta del piso de Juliana.

Era un edificio muy bonito y elegante y supuso que el interior de su casa debería ser igual de bonito. Se preguntó porque no tendría una casa con una enorme piscina, pero luego pensó que probablemente piscinas no le faltarían. Además, es como si se llevara el trabajo a casa y bueno, un piso de soltera le pegaba bastante a la seductora y casanova chica.

Suspiró. Le hubiese encantado que Sara la acompañara, pero en realidad, necesitaba hacerle algunas preguntas personales a la morena, y no quería que se sintiera incomoda por la presencia de Sara. En realidad, debía construir un rapport adecuado con Juliana. Que la nadadora se sintiera en confianza, que hablara sin retener nada.

Ahora que lo pensaba en frio, quizás eso sería difícil tomando en cuanto que no se soportaban mutuamente. Pero bueno, Valentina era muy profesional e iba a poner todo de su parte ese verano.

Cuando empezara el próximo semestre, ella tendría un proyecto magnifico que presentar y eso la emocionaba.

Se dio cuenta de que quizás había estado demasiado tiempo de pie en la puerta así que llamó al timbre. El sonido que hizo la hizo sobresaltarse. Era como un timbre de la casa del terror.

Puso los ojos en blanco.

Ni siquiera sabía porque se sorprendía.

Un minuto después, la nadadora abrió la puerta y Valentina contuvo la respiración.

Estaba usando un top deportivo negro que dejaba a la vista su espectacular y plano abdomen y un pantalón también deportivo que cubría sus largas piernas. Junto con unas deportivas de color rojo que le daban un toque de vida a la vestimenta.

No pudo evitar observa que estaba algo sudada y eso la hizo sentirse... no sabía cómo, era... Juliana la hacía sentirse simplemente extraña y no podía dejar de mirar su cuerpo.

Se sonrojó al darse cuenta de que quizás había estado mirando demasiado y alzó la vista. La vio sonriendo a medias con una coleta alta encima de su cabeza.

La morena miró su reloj deportivo.

—Vaya, cuanta puntualidad—Se hizo a un lado—Pasa a mi humilde morada.

Valentina le hizo caso y se dijo que de humilde morada poco. Pero ya se lo esperaba. Juliana era una celebridad en San Diego y en todo el maldito país. Había estado investigando alguna que otra cosa más sobre ella en internet.

—¿He interrumpido algo?—Preguntó y se giró viendo como tomaba agua.

Su perfil la hizo tragar hondo.

—Justo acabo de terminar mi entrenamiento, como te había dicho—Le señaló el sofá—Llegué de la piscina y me puse a hacer un poco de pesas. El gimnasio de la universidad me gusta usarlo más bien poco—Miró con curiosidad las cosas que traía Valentina en las manos—¿Qué es todo eso?

—Mi plan de trabajo.

—Oh...—El móvil de Juliana comenzó a sonar y esta le hizo señas para que le diera un segundo—¿Hola? —Levantó una ceja—Hola, Leslie...—Soltó una risita—No, no estoy sola ahora...—Miró de reojo a la rubia que se sintió bastante incomoda—¿Ah sí? Bueno, mantén esas ganas hasta esta noche y quizás te llame... si... venga, un beso.

In Too Deep (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora