Capitulo 20

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Valentina vio como Juliana cogía aire mientras tamborileaba de forma nerviosa sobre el volante. Sonrío divertida y no pudo evitar fijarse en la chica de forma detallada. Ese día habían seguido con las clases de natación y la rubia no había podido reírse más, porque Juliana la había llevado a nadar junto a sus niños, y Valentina había pasado una tarde estupenda.

Era su penúltimo día en San Diego antes de tener que regresar para empezar las clases y la morena no había querido separarse de ella, y Valentina tampoco había querido separarse de su chica. Habían estado en la mañana en el hospital, en donde había escuchado a Juliana contarle historias de su infancia, mientras su madre permanecía allí impasible. Pero le encantaba estar compartiendo esos momentos, que sabía que Juliana no compartía con nadie más.

Posteriormente, habían ido a la casa de la nadadora en donde se habían cambiado. Juliana había estado tan nerviosa que le había pedido a la rubia que le buscara lo que se pondría esa noche.

-No he cenado con suegros en mi vida-Le había dicho y Valentina había reído.

-¿Y yo sí?

-Pero son tus padres no los míos.

Valentina había apretado la mandíbula mirando hacia un lado.

-Probablemente sea solo mi madre. Mi padre...-Suspiró-Ya lo sabes.

Juliana se acercó a ella, que estaba sentada a la orilla de la cama y Valentina levanto la vista, la de los ojos marrones la miró de una forma que hizo que la rubia se estremeciera, y sus dedos acariciaron su mejilla.

-¿Estás bien?-Le preguntó y Valentina cerró los ojos, colocando la mejilla en el vientre de la chica.

-Me he dicho a mí misma que no estoy haciendo nada malo al estar contigo.

-Bueno, eso no es verdad. Hacemos muchas cosas malas...-Acarició su pelo-En mi cama, en el baño, en el sofá...-Se acercó para susurrar-...en la piscina...

Valentina rio divertida y le pegó. Adoraba demasiado que Juliana fuese tan idiota a veces. Se puso de pie abrazándola por la cintura y ambas se miraron divertidas. Estaba segura de que iba a extrañar muchísimo tenerla así, poder tocarla, poder besarla... se puso de puntillas y lo hizo. Juliana recibió sus labios con media sonrisa.

-¿Estás nerviosa?-Le preguntó sin dejar de acariciar los labios de la morena con los suyos.

-Estoy más nerviosa de lo que estaba en las últimas olimpiadas-Valentina carcajeó.

-Que mentirosa eres-Se mordió el labio y la vio sonreír ampliamente. Joder, que hermosa era, no se cansaría nunca de ver ese rostro. No se cansaría nunca de besarlo, de que le hiciera el amor mientras la miraba directo a los ojos.

-¿Vas a ayudarme a escoger que ponerme?-La rubia le dio un beso rápido y se separó de ella, mientras Juliana tomaba el lugar que había ocupado Valentina hacía unos minutos sobre la cama.

Valentina se adentró en el enorme closet de la nadadora. Tenía todo pulcramente ordenado incluso por colores. Eso la hizo reír entre dientes.

-Eres bastante obsesiva ¿sabes?

-¿Eso es malo?

-Depende-Se giró y se dio cuenta de que Juliana tenía la mira fija en su culo. Levantó una ceja y la otra chica le sonrió inocente.

-¿Qué? No estoy ciega...

-Ya...

-Y la verdad es que la idea de tener ese culito entre mis manos antes de que nos vayamos es bastante tentadora.

In Too Deep (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora