Capitulo 18

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Valentina nunca les había dicho una mentira a sus padres. Era de las que pensaban que tarde o temprano la descubrirían y prefería no fallarles o hacerlos enfadar. Pero esa semana sí que había mentido... bastante.

Primero les había dicho que la competencia de Juliana se había extendido por lo que tendría que quedarse en San Antonio un día más para seguir con el proyecto, cuando en realidad había regresado a San Diego y se había ido con Juliana en su departamento, en donde por supuesto había sido completa e inmensamente feliz. Juliana había tenido el lunes libre luego de la competencia y se habían dedicado a hacer el amor, a hablar, a ver películas ñoñas que Juliana decía que odiaba pero que al final acababa disfrutando y a abrazarse y darse mimos.

Valentina nunca creyó que pudiera querer a alguien de esta forma en tan poco tiempo. Pero lo que había empezado como quizás, un amor de verano, estaba convirtiéndose en algo muy fuerte, algo que nunca pensó sentir por nadie.

Generalmente eran las obligaciones y los estudios lo que nublaban sus pensamientos, pero últimamente era una sexy nadadora y su sonrisa en lo que no podía dejar de pensar.

Juliana se había convertido en lo primero en lo que pensaba cada mañana y en lo último que pensaba por las noches. La morena tenía una gran capacidad para hacerla reír y para hacerla suspirar al mismo tiempo.

De ponerla muy caliente ya ni hablar.

Era verdad que ahora que Valentina estaba descubriendo su sexualidad estaba bastante sensible a ello, y cosas que podrían resultar normales como ver a Juliana conduciendo, la ponían a cien. No es como si la nadadora se quejara de que su libido estuviera incrementada en un doscientos por ciento. Esta simplemente reía y le decía que había nacido para complacerla. Pero a Valentina también le gustaba complacer a Juliana. Le gustaba la forma en la que el cuerpo de Juliana temblaba cuando Valentina sabía que se estaba conteniendo y entonces ella le susurraba al oído que no lo hiciera, que ella lo quería todo. Adoraba esos pequeños gemidos que salían de su garganta cuando besaba su abdomen definido y sobre todo adoraba la forma en la que sabía su humedad... era algo que no podía explicar con palabras.

Pero no todo era sexo desenfrenado y nuevo.

Adoraba los pequeños momentos.

Como cuando estaban en el sofá riéndose por cosas que Juliana le estaba contando.

–¿Cómo fue tu primera experiencia con una chica?–Había preguntado Valentina con su cuerpo completamente enroscado con el Juliana, mientras acariciaba la piel caliente de su abdomen.

–¿La primera de todas?–Valentina asintió mirándola divertida.

–Bueno, creo que esa sería mi experiencia con Cassidy ... en el jardín de infantes. Me encantaba mirarle debajo de la falda–Rio y Valentina miró al cielo.

–Estoy hablando en serio.

–Yo también. Soy una bollera desde que tengo memoria, cariño–Acarició dulcemente la espalda de Valentina. La rubia adoraba el calor y el olor de Juliana. Era adictivo y relajante a la vez–Pero supongo que quieres decir mi primera experiencia real...–Puso cara pensativa–Gloria Hopkins–Dijo por fin–Tenia trece años y me metió la lengua hasta la garganta...

–Juliana–Rio quejándose pero adoraba que Juliana fuese así, tan bruta a veces.

–¿Qué? Es verdad. Y lo peor es que no me gustó al principio. Pero creo que luego mis hormonas se despertaron y en ese momento supe que no habría vuelta atrás.

–Y entonces te convertiste en la mujeriega que eres ahora...–Juliana rio.

–Ya no lo soy–Acarició su pelo mirándola con cariño–Ahora solo me interesa una.

In Too Deep (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora