Capitulo 9

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Paloma cogió a Juliana del brazo y se puso un poco de puntillas para susurrarle. Aunque tenía una buena estatura, la otra chica era más alta.

—Creo que deberíamos irnos a la cama. Como Drake se entere de que seguimos aquí...

Juliana la miró divertida.

—¿Desde cuándo le tienes miedo a Drake?

—No le tengo miedo. Pero mañana es la competencia...—Desvió la vista hacia donde estaba mirando Juliana—Oh, no...—Le dijo y la vio sonriendo.

—¿Qué?

—Estoy viendo claramente las miradas que te estás lanzando con esa rubia de allí.

—¿Qué quieres que haga si me mira así?

—Darte la vuelta e ir a tu habitación. Sabes que no podemos... que no puedes... hacer nada antes de una competencia, Juliana. Joder, ¿Cuántos años tienes nadando y aun no lo sabes?

—O, relájate—La miró—No sería la primera vez que lo hago.

—¿Estás de broma?

—No—Dijo sonriente.

— ¿Enserio vas a arriesgar tu concentración y descanso para mañana por un polvo que puedes tener cuando te dé la gana?

Juliana puso una mueca suspirando.

—Lo necesito—Susurró.

—¿Lo necesitas? —Paloma la miró a los ojos y vio en ellos algo que nunca había visto... miedo—Juliana, ¿Qué pasa?

—Cuando lo descubra te lo diré.

—¿Esto tiene que ver con Valentina?

—¿Podrías dejar de mencionarla, por favor? No tiene nada que ver con ella—Mentira—Tiene que ver con que quiero pasarlo bien esta noche en compañía de una linda chica.

—De una rubia.

—O, no vayas por ahí...

—Mira—Cogió aire—Obviamente puedes hacer lo que te dé la gana. Pero deja de comportarte como una cría y asume las cosas.

Juliana levantó la mano quitándole importancia mientras se acercaba a la rubia que seguía sonriéndole.

Paloma meneó la cabeza y levantó los brazos con frustración.

Ella sí que iría a descansar. Ian se había ido hacia un rato y ella había notado cierto aire tenso entre él y Juliana. Algo que nunca había pasado con anterioridad. Y estaba segura de que la razón era una rubia que apenas se enteraba de lo que estaba causando en Juliana Valdés.

Por su parte, Juliana sabía exactamente que no debía tener sexo antes de una competencia. Pero lo necesitaba, sobre todo, porque no podía dejar de pensar en Valentina y necesitaba demostrarse a sí misma que lo ocurrido hacia un rato había sido una tontería. Una tontería que no tenía nada que ver con sentimientos ni ninguna de esas mariconadas a las que ella rehuía constantemente.

Iba a demostrarse a sí misma que seguía siendo la Juliana Valdés de siempre.

—Hola—Susurró con voz ronca en el oído de la rubia—¿Cómo te llamas?

****

Valentina se mordió la uña como cada vez que estaba nerviosa y ansiosa. No podía dejar de pensar en lo ocurrido con Juliana y las imágenes se repetían como bucle una y otra vez en su cabeza. Y no solo las imágenes de esos apetitosos labios y de esos intensos ojos marrones, sino... las imágenes de Juliana con esa expresión que nunca había visto en ella. Como si de pronto, se hubiese caído esa mascara de impenetrabilidad que siempre usaba y hubiese dejado ver aquello que no dejaba ver a nadie más.

In Too Deep (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora