Capitulo 22

4.9K 444 101
                                    

Valentina sintió un dulce beso sobre su hombro derecho y luego una caricia sobre su nariz, abrió los ojos poco a poco intentando ubicarse. Las sabanas bajo su cuerpo se sentían suaves y calentitas, y lo que sea que estaba acariciando su rostro olía como... rosas. Sonrió cuando se dio cuenta de que efectivamente era una rosa con la que Juliana, que se encontraba sentada al borde de la cama, acariciaba su cara mientras la miraba sonriente.

-Buenos días, cumpleañera-Le susurró moviendo la rosa hasta su cuello. Valentina amplió la sonrisa y cerró los ojos recordando la increíble noche que habían vivido en la habitación de hotel de la nadadora.

Valentina había salido de clases a las cuatro en punto y Juliana ya la estaba esperando con el auto de alquiler. La morena había insistido en llevarla a comer algo, pero Valentina no quería comer, bueno si, pero quería comer otras cosas que no eran precisamente comida. Y habían estado toda la tarde y toda la noche encerradas haciendo el amor, usando el nuevo juguetito, charlando, comiendo, mirando películas de zombis y riendo como tontas. Eso era lo que Valentina más amaba de Juliana, la facilidad con la que podía estar junto a ella, simplemente abrazadas, incluso sin decir nada, y el momento se volvía de igual forma, mágico. Habían descubierto que tenían más cosas en común de lo que creían; y cuando Juliana le susurraba poesía al oído, bueno, Valentina se sentía desfallecer. La hacía sonreír y la ponía muy caliente al mismo tiempo.

Generalmente los sábados la rubia colaboraba en el departamento de admisión de nuevos estudiantes de psicología. Normalmente, escogían a los alumnos con mejores notas, pero ese sábado había podido escaquearse y no tenía que preocuparme más que por las caricias que estaba dejando Juliana con esa preciosa rosa en su espalda. Sonrió aún con los ojos cerrados, pensando que nunca habría creído sentirse tan feliz.

Se giró quedando bocarriba y se dio cuenta de que la habitación estaba llena de rosas, con un montón de ramos.

-Oh dios mio-Rio y miró a su chica sorprendida y llena de felicidad-¿Qué has hecho?-Juliana estaba mirando fijamente sus pechos desnudos.

-Efectivamente... ¿Qué he hecho para merecer este regalo?-Su mano se fue traviesa hasta uno estrujándolo y Valentina vio cómo se mordía el labio. Levantó la ceja y ambas rieron-Feliz cumpleaños, mi amor-Se acercó dándole un beso-Todas estas son para ti-Señaló las flores-Y para vosotras también-Le habló a los pechos de Valentina como una niña y les dio un beso a cada uno haciendo que Valentina carcajeara.

-No hagas eso-Le advirtió.

-¿Por qué no?-Su rostro quedó muy cerca del de la rubia. Acarició el duro y excitado pezón con la rosa, y sonrió-Ellas no se están quejando-Las miró con deseo, muriéndose de ganas por tenerlas en su boca-De hecho...-Siguió murmurando y dejó un beso en sus labios, bajando por su cuello, levantando un poco la vista para sonreír al ver como Valentina comenzaba a excitarse-...creo que están pidiéndome a gritos estar en mi boca-Su lengua repasó uno de los pezones y sus labios comenzaron a succionar mientras Valentina se retorcía y echaba la cabeza hacia atrás. Sonrió sin dejar de estimular y excitar esa preciosa zona y se colocó sobre Valentina. La rubia llevó sus menos enseguida hasta sus glúteos, que estaban cubiertos por unos boxers, que deseó que desaparecieran en ese instante.

La mano de Juliana acarició el otro pecho, masajeándolo, cogiendo con sus dedos el pezón que también pedía atención. Dejó besos y pasó la lengua por su esternón y luego sobre su vientre, para acabar de nuevo en su boca, haciendo que Valentina gimiera sobre sus labios.

Apartó la sabana que separaba la zona sur, de su cuerpo y su pierna rozó su intimidad ya húmeda.

-¿Te has despertado así, cariño?-Susurró mordiendo su oreja.

In Too Deep (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora