• Mala impresión •

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Momento de conocerse

Acomodó por tercera vez en el trayecto su muy ajustado traje en un intento fallido de controlar sus nervios. Si bien ya había tenido rivales antes, nunca había tenido uno tan importante e imponente como Jeon Jungkook. Eso incrementaba sus expectativas y sus exigencias así mismo.

Caminaba al lado de Seokjin que tenía un semblante mas tranquilo y sereno, haciéndole calmar un poco.

Trató de sacarse el calzón, ese traje estaba ajustado en partes que deberían tener absoluta libertad.

Miró por el largo pasillo, todo parecía tan desértico que entonces lo hizo, no dándose cuenta de las cámaras de seguridad sobre de ellos y un muy divertido guardia que observaba la actividad de éstas.

Apenas estuvieron frente a la gran puerta quiso darse media vuelta y huir de ahí cuan niño asustado. Pero el apretón en su trasero le hizo respingar dando un paso al frente, haciendo que la puerta de cristal empañado se abriera. Miró detrás notando la mirada desinteresada de Seokjin, quien le siguió dentro.

Estando ahí su ceño se frunció notablemente, haciendo abultar sus labios. Allí no estaba mas que su equipo, miró su reloj y faltaban algunos minutos para dar inicio y no había ni señas de su contrincante.

Miró a su amigo que sólo se encogió de hombros.

—Hay que sentarnos, ellos llegarán pronto — le indicó al castaño que asintió en aprobación — Caballeros, señoritas —saludó a los presentes.

.....

Todos se miraban entre sí, no queriendo hacer ni un mínimo ruido, no sabiendo si podían respirar o moverse. Todos con las tripas encogidas, incómodos y el enojo en la punta del estómago.

Media hora había pasado y no había ningún rastro del peleador estrella. Ni siquiera sabía porqué seguían ahí como idiotas esperando a alguien que claramente se pasaba la puntualidad por el arco del triunfo.

Taehyung bufó como por octava vez, ¡que falta de respeto! Se levantó molesto llamando la atención de las personas.

—No voy a quedarme aquí a esperar a ese tipo. Todos deberían hacer lo mismo.

—Taehyung...— regañó Seokjin.

—Taehyung nada, es una falta de respeto y profesionalismo.

—Él tiene razón — la voz tosca del moreno se hizo escuchar en toda la sala, llamando la atención de todos ahí.

Taehyung se giró al chico alto tras de él, que tenía al famosísimo Jungkook con una mirada pícara en su persona y sonriendo socarronamente junto a él.

—Lamento el pequeño retraso.

—Taehyung se burló— ¿Pequeño? Llamas a media hora tarde ¿un pequeño retraso? Já.

—Tranquilo lindo, ¿llegamos, no?— esta vez era el pelinegro quien le hablaba.

—No soy «Lindo», me llamo Taehyung. Y yo no me voy a quedar a esta junta, que por cierto inició hace media hora.

—No es para tanto, primor. Estaba tratando de verme bien.

—Ya cállate Jungkook— sentenció el moreno.

—Pues que desperdicio de tiempo porque sigues viéndote igual de imbécil.

El silencio reinó en la sala, siendo el pelinegro mas dañado por sus duras palabras a su frágil ego.

—Oye, oye. Tampoco tienes que ser grosero.

— Deberían calmarse ahora— habló Seokjin — mejor iniciemos con la junta. Por favor— hizo un ademán indicándoles sus asiento siendo obedecido por ambos a excepción de Taehyung.

—Taehyung...

El mencionado gruñó, haciéndole caso por fin a su mánager quedando su asiento frente al pelinegro que no le quitó la vista en toda la reunión, con su estúpida sonrisa de autosuficiencia, incomodando al castaño.

Aburrido e incómodo, eran las palabras que se le venían a la mente estando ahí dentro, escuchando un montón de reglas, actitudes y actividades que realizaran junto con Jungkook durante un largo mes. Iniciando por la conferencia de prensa para el anuncio oficial.

Ciertamente se sentía nervioso de cómo el público y fanaticada del pelinegro respondía hacia él. Es decir, Taehyung sabía el tipo de comentarios que le llovían cuando tenía un enfrentamiento ; «Mujercita» «Delicadito» «Marica» y otros menos dolientes «sobrevalorado» todo un repertorio de comentarios estúpidos de parte de machitos con la masculinidad frágil. Se estaba enfrentando a un público mayor, mas conocedor y sinceramente estaba asustado, asustado de no cumplir las expectativas de la gente, de él mismo.

Pero sí algo había hecho en su carrera dentro de ese deporte es callar la boca de todos cuando estaba dentro del octágono, ganándose el respeto de la gente.

Levantó su vista al frente y pudo ver a un muy interesado pelinegro en su persona, mirándolo como si fuese un trozo de carne.

Rodó los ojos, le molestaba aquella actitud del tipo, creyéndose el último boleto para el concierto de esa exitosa banda, que había pavimentado el camino, BTS.

Cuando se dio por finalizada la reunión, Taehyung fue el primero en salir disparado de la sala siendo seguido por un muy curioso pelinegro que parecía tener clavados sus ojos en el trasero respingón del lindo castaño.

Cuando Taehyung se dio cuenta de que lo seguía, paró en seco encarnándolo.

—¿Estás siguiéndome?

Las manos de Jungkook se alzaron en rendición, pero su vista parecía mas interesada en la parte baja del hermoso castaño—¿Qué?... Oye precioso, no eres el centro del universo.

—Taehyung— enfatizó con los dientes apretados.

—¿Eh?

—«Lindo» «primor» «precioso»— imitó — Ninguno de esos es mi nombre. Tae - hyung, grábatelo.

—Ni siquiera sé porqué estás tan enojado, dulzura.

Taehyung rodó los ojos, aquel tipo sí que era cabezón. No ese tipo de cabezón, ni siquiera sabía si era cabezón de esa parte ni de la cabeza de arriba. Ok, ok, de acuerdo se perdió.

— Pasa que la persona con la que me enfrentaré parece no importarle en lo mas mínimo esta pelea, siendo poco profesional. Esto es importante para mí, ¿de acuerdo? Y si no logras entenderlo entonces mejor no me molestes.

Salió de ahí enfurecido, dejando a un muy confundido azabache. Siempre fue déspota con otros peleadores pero sólo lo ignoraban o lo retaban a pelearse fuera del ring, pero aquel lindo chico salvaje llamó su atención de una forma diferente y se le salía su coqueteo naturalmente, algo que nunca le había pasado. Pero se dio cuenta también que el castaño era diferente, no sólo en su forma de moverse en el octágono sino también fuera de él.

Suspiró derrotado, con una sonrisa pícara surcando de sus labios, según entendió ellos entrenarían en el mismo gimnasio, por lo que vería muy seguido al precioso chico y quizá lo molestaría un poco.

Sin más dio media vuelta para regresar con su mánager, que seguramente lo colgaría de su apreciado aparato reproductor, por haberlos hecho llegar tarde sólo porque no sabía qué traje ponerse.

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Capítulo corto👋

FIGTH WITH ME 💢 [KOOKTAE] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora