Capítulo 22

127 13 1
                                    

He de admitir que todos se asustaron cuando grite fuerte un no pero si quería que todo se solucionará tenía que arreglar las cosas de una buena vez así que ¿Qué mejor forma de solucionarlo si mataba a dos pájaros de un tiro?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

He de admitir que todos se asustaron cuando grite fuerte un no pero si quería que todo se solucionará tenía que arreglar las cosas de una buena vez así que ¿Qué mejor forma de solucionarlo si mataba a dos pájaros de un tiro?

-¿Cómo? - Lola parpadeo muchas veces sin creerlo.

Me aclaré la garganta para hablar -No lo diré hasta que tu respondas la pregunta de Palmer.

Lola me observaba sería y estática en su lugar. Al final asintió pero antes de levantarse me reto. Sabía que no se iría fácilmente

-Creo que como Dylan no contesto la pregunta y como lo conocemos no lo hará, se lo cambiaremos por un reto. -Carter y John estuvieron de acuerdo. - Te reto a que entres con Faris al armario por 7 minutos en el paraíso.

Me quedé en silencio por un momento, no mire a nadie en específico más que observar la botella que aún quedaba en el círculo. Cerré mis ojos fuertemente y quise que todo esto se acabará de una buena vez. Confío en que terminará porque todo tiene un fin. Hasta los seres humanos tenemos un fin y eso lo sabemos al nacer. Porque sólo venimos a este maldito mundo a morir pero ¿Porque sacó eso en estos momento? Porque me di cuenta de que todos los que estaban en esta maldita sala jugando estúpidos juegos mientras nos embriagabamos, estaban rotos pero, había sólo una sola persona que podía recuperar de estar rota.

Era Faris.

Me levanté haciendo que todos se asustaron y con sus miradas fija en mí, me fui a la cocina por una botella del alcohol más fuerte que tenían guardada los padres de Lola. Ojala no lleguen a notar que les falta. Y mientras regresaba a la sala trataba de beber lo más rápido posible todo lo que tenía esa botella. Pero no pude y quedó hasta la mitad.

-Okay -dije mientras me sentaba en el suelo ocupando de nuevo mi lugar. Observe fijamente a Faris quien hasta ahora, desde que había llegado a este lugar, parecía asustada, tímida...

-¿Okay? -dijo Lola incrédula.- Solo eso diras: ¿Okay?

La mire fijamente tratando de no explotar y conteniendo las ganas que tenía de gritarle a todos que se fueran a dormir de una buena vez. Ahora me sentía yo como el conductor designado. Que estúpido.

-Estoy esperando a que hables, Lola -Dije con un tono tranquilo.

Lola se encongio de hombros y respiro profundo, un sonrojo se asomó en sus mejillas y me miró tratando de transmitirme algo. Sabía que era ese "algo".

Siempre que estaba pasando por algo vergonzoso me pedía ayuda con esa misma mirada. Y como había dicho, no dejaría que mi mejor amiga sufriera, no al menos estando yo presente. No la avergonzados frente a Carter, Palmer y Faris. Pero si dejaría que hablara con John. Al menos a solas y en privado.

-Aja Lola, ¿contestaras la pregunta? -Dijo Palmer desesperada por saber la respuesta de su pregunta- ¿Que tiene si me gusta o no John?

- Es mi mejor amigo... -Dijo Lola con una mirada perdida. Al final la termine interrumpiendo. Lola no tenía porque darle explicaciones a nadie más si no lo quería.

-Y por eso que ella sólo la contestará a él. -Dije dando por finalizado la conversación levantándome rápidamente y llevando a Lola y John a una habitación. Puse una silla en la cerradura para que no salieran y regrese con él único objetivo de tomar a Faris y hacerla entrar al armario de una buena vez.

No quería que hubiera un corazón roto esa noche. Al menos no el de ella.




Dylan Miller (Actualización Lenta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora