30 min antes
(En la gasolinera)
—¡Hazme caso, Faris! —grita Lola desde el maletero.—¡Que no es verdad! —opina Palmer. Asiento.
—Lola, entiende. No hay forma de que a Dylan le guste. —Volteó mi cabeza en dirección contraria a ellas y observó a través de la ventana la puerta de la tienda donde se encuentran los tres chicos. Suspiro— Seguramente le gusta una de las modelos de su compañía y sólo me mira por lastima.
—Dime, ¿si te miraría por lastima te invitaría a esta fogata? Estoy segura que le atraes un 90%. Sólo mirate, eres rubia. ¿Quién no le gustan las rubias? A mi sí.
—Oye, oye. Detente ahí. ¿Te gustan las chicas?—Pregunta Palmer con un tono de diversión.
—Es lo que menos importa —Lola le pone la mano en la cara a Palmer y casi se pasa a nuestros asientos.
—Esta chica me agrada.
—Te propongo algo — Lola al fin logra cruzarse a los asientos. Esta completamente roja y respira rápido, desde lejos se nota que le emociona este tema.
Juntar a su mejor amigo con la loca acosadora.
No debí haber le hablado de ello. De mi cuaderno.
—Rápido, ya vienen de regreso —avisa Palmer. A bostezo, el viaje me ha dado sueño. Lola me mira con sorpresa.
—¿Tienes sueño? —No me dejo contestar la pregunta cuando dijo:— Apostemos que si te recuestas en su brazo él no te quitará y si es así es que le gustas.
—O simplemente no lo hará por educación.—Opina Palmer.
—Tenemos dos puntos de vista. Yo apuesto toda mi mesada a que no lo hará y tú a que sí.
—¿Y yo con qué me quedo?
—Con el sexy modelo.
(Presente)
Tragué saliva y no pude moverme más, no... No quería que me gustará, no debía gustarme. Por eso mismo debía de apartar la de mí.
Pero cuando la vi, ahí apoyada en mi hombro con sus pestañas rozando sus mejillas y sus labios rosa entre abierto, estaba dormida. Rápidamente levanté mi mirada hacia los demás asegurándome de que nadie me estuviera viendo. Sin embargo al lado de Faris estaba una dormilona Palmer y ahora ya no estaba Lola sobresaliendo desde atrás. Carter llevaba su cabeza apollada en la ventana y con audífonos en sus oídos y John, él estaba fijo en el camino. Nadie me vería observar a la acosadora.
La volví a ver, está vez desde su cabello rubio hasta el mas pequeño detalle de su rostro y me agradó... Y por un momento no me sentí incómodo, me sentí normal al lado de ella, entonces ella se movió y levantó más su rostro y pude ver como sus ojos se entre abrieron, fue allí donde me aparte de inmediato y volví a ver el caminó. Esta vez con ardor en el estomago.
Lo ignore, porque eso fue lo que había causado un problema en mi vida.
Sin embargo deje a Faris aferrarse a mi brazo. Porque entendí que ella merecía una oportunidad. Yo merecía otra oportunidad. Los dos nos merecíamos.
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Dylan Miller (Actualización Lenta)
KurzgeschichtenÉl no me había hablado hasta la vez que mostraba su sonrisa pícara ocultando tras su espalda aquel cuaderno donde escribía lo tanto que quería estar bajo su cuerpo gimiendo su nombre. Portada por: @Tati Meléndez. Fecha de inicio: 01/01/2018