•Cap 9•

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En una casa alejada de la ciudad, se encontraban aquella pareja de dos semanas de casados.

-May~ -Con una sonrisa cálida dedicada a su esposo y dos vasos de té helado de limón y menta en sus manos-...Cariño, ¿Sucede algo?

Lo decía porque su pareja se encontraba mirando aquel cielo iluminado de estrellas, con aquellos ojos de deseo, los cuales se encontraban apagados.

- Si, sólo que, no lo sé, solo estoy pensativo~ -Contestó con la misma sonrisa que le dio su esposo- Con el trabajo...

El mayor se sentó al lado del joven de ojos Rubí, le paso el té helado y lo abrazo por la espalda.

-Sí, yo también estoy pensativo. Solo que me preocupa Andrés...-Dijo llevando la mirada al cielo nocturno que los iluminaba-

-Oye, él sabe cuidarse...solo espero que no se le dé por alejarse de sus estudios por culpa de aquel chico. Y no vaya directo con el alcohol -Ellos ya se habían enterado que la relación de Andrés termino-

-Sí, pero no debo de preocuparme por eso. Él es responsable hasta donde yo sé, y siempre ha dicho que no le gustaba el alcohol.

Qué triste que su hermano piense eso mientras ahora Andrés en ese preciso momento este en aquel bar besándose con alguien al azar y con una botella en su mano.

[...]

-Javier, ¿Quieres que te apueste 200 Dólares a que hoy Ari termina follando al hermano de Víctor? -Este dijo con una sonrisa mientras veía a lo lejos a su amigo de ojos verdes besando, eh incluso tocando a una fiera que encontró por ahí, estaba seguro de lo que decía-

El azabache miro al castaño de ojos verdes y luego al de ojos grises.

-Acepto -Este estaba seguro, el ecuatoriano no se atrevía, si ni siquiera se acerca a hablarle-

¿Curiosa esa apuesta no?
¿Qué sucederá?

[...]

Ya eran más de las 12 de la noche, y el lugar seguía.
Con una que otra persona inconsciente, otras haciendo vaya uno a saber que, incluso algunos le hablaban a la pared.
Muchos aún seguían de pie, aunque varios aún se restregaban con otros, incluyendo a nuestros dos protagonistas

¿Quién lo diría?
No podían ni hablar uno con el otro y ahora se encontraban ebrios restregándose entre sí.

[...]

Esto nunca pasa por coincidencia, pero al parecer aquel joven de ojos plata tenía razón. ¿Cómo no?, luego de drogarlos, ¿Quién no?

Bueno, el de ojos color miel se iba levantando, casi no recordaba nada...

Decidió intentar levantarse como cada vez que tenía amantes los fines de semana, intento vestirse, no miro a la persona que aun dormía desnudo a su lado. Esta vez sí le había dolido como para caerse, aun así, se terminó de vestir y salió del lugar algo adolorido.

[...]

Ya eran las 9:30 a.m., el de ojos verdes despertaba lentamente, se sentía feliz sin saber por qué, solo se levantó, no recordaba mucho de lo que había sucedido ayer. Pero sabía que había estado con alguien aquella noche, era evidente.

El aroma del perfume de aquella persona aún seguía entre las sabanas, tenía un toque de vainilla y chocolate, se puso la ropa y fue a desayunar

Aquella sonrisa se le quedo todo el día, aunque fuera domingo y mañana ya tendría que ir a trabajar, no podía evitar sonreír, sin saber el porqué.

•Aͣmͫoͦrͬ dͩeͤ Cͨluͧвⷡ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora