Hoy, milagrosamente, fui de los primeros en levantarme.
Me vestí y fui a desayunar.
20 minutos después, aparecieron Naim y Jose Julio, los cuales, al verme despierto, sólo rodaron los ojos y se rieron.
Después, de desayunar, fuimos a montar a caballo.
Fue divertido, excepto por 2 veces en las que, por los nervios de estar con Naim, casi me caigo del caballo.
Cuando volvimos a la casa, Moni se me acercó:
-Si se lo vas a decir, deberías decírselo cuanto antes, es mi consejo-Dijo Moni, y, acto seguido, se fue.
Decidí irme a mi habitación a pensar y me di cuenta de que Mónica tenía razón, si lo amaba debería decírselo ya.