Era de madrugada.
Dormíamos tranquilamente cuando oímos la puerta de la habitación abrirse de golpe, lo cual nos sobresaltó.
Cuando encendimos la luz, vimos a un angustiado Melias que se encontraba allí de pie jadeando.
Cuando recuperó el aire, nos dijo que necesitaba ayuda y que Mónica estaba vomitando mucho y no sabía que hacer.
Nos levantamos rápidamente y corrimos al baño junto a Melias, donde encontramos a Mónica arrodillada en el suelo, súper pálida.
Le dije a Melias que la abanicara y a Sieteex que le echase gotas de agua fría y fui corriendo a despertar a Envy, el cual se levantó sobresaltado.
Mientras Envy se preparaba, fui al baño a ver que tal iba Mónica, la cual seguía igual, súper pálida y casi sin conocimiento.
2 minutos después, Envy nos ayudó a meter a Moni en el coche y fuimos rápidamente al hospital, donde la atendieron nada más verla por el aspecto.
Mientras Envy rellenaba el formulario con los datos de Mónica, nosotros entramos junto a ella.
A Melias tuvieron que administrarle sedantes, ya que le había dado un fuerte ataque de ansiedad.
A Mónica tuvieron que ponerle una vía de suero, pues estaba casi deshidratada y totalmente desmayada.
Cinco minutos después, Melias despertó de su letargo.
Ambos estábamos mirando a Moni cuando entró Envy, de cuya presencia no nos percatamos hasta que se puso a nuestro lado.
Díez minutos después, Mónica fue despertando.-M...Me...Mel... Melias??- Tartamudeó Mónica con un débil hilillo de voz.
-Shh, aquí estoy Monismurfi, aquí estoy, tranquila- Dijo Melias con la voz quebrada mientras le acariciaba el pelo, a lo que Mónica respondió dándole una cálida sonrisa.
En ese momento, entró la enfermera con 2 noticias, una que ya conocíamos todos excepto Envy y otra que nos pilló por sorpresa.
La primera noticia era que Mónica estaba embarazada y la segunda noticia, la que más nos afectó, fue que iba a ser un embarazo de alto riesgo. Después de darnos las noticias, la enfermera se fue y nosotros nos quedamos en silencio, pues no nos sentimos capaces de articular palabra.
Unos minutos después, entró Cielo corriendo, lo cual nos sobresaltó.
Después de unos segundos, recuperó el aire y dijo:-Hermanito, qué ha pasado??
-Mónica se enfermó. Qué haces aquí?? Cómo has venido?? Tendrías qué estar en la cama- Respondió Melias con preocupación en su voz.
-No soy tan pequeña como para que me digas cuando acostarme. Y he venido en taxi, obviamente, dah- Respondió Cielo rodando los ojos.
-Has venido sola en taxi a estas horas??- Preguntó Melias preocupado con un atisbo de paternalidad en su voz.
-No he venido sola- Respondió Cielo rodando los ojos- me ha acompañado Guillem después de que le pusiera ojitos- Concluyó orgullosa.
-Esta bien Mónica??- Preguntó Cielo, pero no obtuvo respuesta.En ese momento, Guillem entró a la habitación exhausto con pinta de haber corrido.
-Cielo, si vas a salir corriendo avisa por lo menos, por favor- Dijo Guillem jadeando.
Cuando recuperó el aire, hizo la misma pregunta que hizo Cielo, pero tampoco obtuvo respuesta.
El sol ya comenzaba a asomarse tímidamente cuando la enfermera entró para traerle el desayuno a Mónica y evaluarla.
Melias insistió en darle él el desayuno a Mónica, así que la enfermera se fue a por el equipo mientras Melias lo hacía.
Cuando la enfermera volvió, Melias ya había terminado de darle el desayuno a Mónica, así que la enfermera puso el plato sobre la mesa y se dispuso a evaluar a Mónica.
Después de una eterna media hora, la enfermera le dio el alta.
Mientras Envy firmaba los papeles del alta, la enfermera nos trajo una silla de ruedas, pues Mónica aún estaba muy débil para caminar.
Unos minutos después, ya estábamos de camino a la Envy House.