*Una semana después*
Hoy nos levantamos temprano y, después de desayunar, nos preparamos,cogimos al niño y a las cosas, llamamos a un taxi y nos dirigimos al aeropuerto, donde teníamos que esperar al Envy Owner.
Cuando llegamos al aeropuerto, pagamos al taxista y nos sentamos a esperar mientras le poníamos dibujos animados al niño para que no se aburriera.
Media hora más tarde, el Envy Owner llegó y nos subimos al coche.
Pasamos todo el trayecto hasta la Envy dormidos y nos tuvo que despertar el Envy Owner.
Entramos a la Envy y los demás ya estaban esperándonos y, cuando vieron a Joel, se sorprendieron y nos rodearon para verlo más de cerca.
Estuvieron haciéndole algunas carantoñas al niño y, al rato, nos ayudaron a llevar las cosas a la habitación y a poner la cuna portátil mientras Mónica cantaba y acunaba al niño.
Cuando terminamos de poner la cuna, acostamos al niño, encendí el monitor y nos fuimos a la sala a contarnos las novedades.
Un rato después, el niño se despertó y, cuando le estábamos dando el biberón, llegó José Julio, quien, al ver al niño, soltó las maletas en el medio de la entrada y corrió a sentarse con nosotros para ver más de cerca al niño.
Cuando terminamos de darle al biberón al niño, José Julio nos preguntó si podía coger al niño, y le dijimos que si, pero que tuviera cuidado.
En cuanto le dimos al niño, José Julio se acurrucó con él y ambos se quedaron quietos, respirando profundamente.
Era sorprendente, ya que Joel nunca se quedaba quieto, ni siquiera cuando estaba durmiendo.
Ya que José Julio se había encariñado con Joel y viceversa, decidimos dejarlos ahí juntos y fuimos un rato fuera a tomar el sol.
Cuando volvimos, vimos que no estaban en la sala, así que fuimos a mirar en la habitación y vimos a José Julio acurrucado con el bebé en la cuna dormido.
Nos reímos en voz baja, les tendimos una sábana, cogí mi bañador y salimos de la habitación.
Nos fuimos a la piscina a pasar el rato y, unas horas más tarde, cenamos y nos fuimos a dormir.
