Debí de dormirme, porque cuando miré la hora, ya eran las 18:00 pm.
Salí de mi habitación y vi a Naim caminando por el pasillo.
Impulsivamente y sin pensar, salí rápido de mi habitación, me planté frente a Naim y le besé.
Al principio, le besé con fuerza, pero gradualmente se fue convirtiendo en un dulce beso que duró hasta que la falta de aire me obligó a finalizarlo.
Miré fijamente a Naim, el cual estaba literalmente sin palabras, y, acto seguido, me fui corriendo.
-Sieteex, espera!!-Gritó Naim, pero no le alcancé a escuchar, las lágrimas ya comenzaban a brotar de mis ojos.POV NAIM.
Me quedé estupefacto cuando Sieteex me besó, no podía ni articular palabra.
Reconozco que el beso me gustó y me sonrojé, no lo entendía pero sentí algo durante ese beso que nunca en mi vida había sentido.
Había sentido ya cosas parecidas las otras veces que había sentido amor, pero nunca sentí algo tan intenso como lo que sentí con el beso de Sieteex.
Debía encontrarlo, así que me puse a pensar en dónde podría estar hasta que se me ocurrió un lugar.
En todas las ediciones de la Envy, él se quedaba maravillado con los asientos de la entrada, así que sabía que quizás podría estar ahí.
Fui a comprobarlo y efectivamente estaba ahí, sollozando con la cabeza entre las rodillas.
Me acerqué a él y le toqué el hombro, él levantó la cabeza, me senté, le miré y, dulcemente, le besé hasta que la falta de aire nos obligó a separarnos.
Al separarnos, oímos un ruido y vimos a Jose Julio con la boca abierta y sin palabras y un vaso de cristal roto en el suelo.-Yo...Yo no vi nada-Dijo Jose Julio torpemente y, acto seguido, se fue.
Sieteex y yo nos miramos, nos reímos y seguimos abrazados y acurrucados.
Debimos de dormirnos, porque cuando nos quisimos dar cuenta, ya eran las 23:00pm.
Agarré a Sieteex, el cual estaba dormido, y le llevé a su habitación.
Le dejé en su cama, le arropé y me despedí con un beso.