¡¡𝔸 𝕡𝕠𝕣 𝕥𝕠𝕕𝕒𝕤!! (𝕭𝖓𝕳𝕬 𝖝 𝕽𝖊𝖆𝖉𝖊𝖗)

Capítulo 20

Narra Tn:

Desperté en una camilla con todo el cuerpo dolido. Intenté moverme, pero rápidamente me dolió la espalda.

- M-mierda...- logré sentarme.

Miré al rededor, parecía estar en un hospital, alguien abrió la puerta de golpe. Reconocí rápidamente esa cabellera rubia puntiaguda.

- ¡Bakugou!- intenté levantarme, pero no podía moverme.

Vino corriendo hacia mí e inesperadamente me abrazó con fuerza, ocultando su cara en mi hombro. Me quejé por la fuerza, soltó un poco su agarre.

Correspondí a su abrazo y después de unos minutos se separó.

- ¡Bastarda, ¿sabes cuan preocupado estaba!?- sus palabras me sorprendieron- ¡Pensé que morirías!

- Bakugou...gracias por preocuparte por mí, pero estoy bien. ¡Mira, todavía sigo con vida!- con un pequeño sonrojo, le sonreí mostrando un poco mis dientes.

Rápidamente me volvió a abrazar, solo que esta vez sin mucha fuerza. Correspondí gustosamente al cálido abrazo.

- Dime...¿qué pasó después de que me desmayé?- pregunté aún sin separarme, podía oír sus suaves latidos.

- Te trajimos aquí y los malditos villanos huyeron- apretó más fuerte- esos bastardos...

- Tranquilo, por suerte no morí. Y mis heridas podrán curarse- sonreí inconscientemente.

- ¿Cómo quieres que esté tranquilo? Estás en un estado crítico, tienes heridas mires por donde mires, y ni siquiera pude protegerte...

- ¡Claro que pudiste protegerme! Tú me ayudaste a seguir adelante cuando estaba allí, si no fuera por ti, ya me hubieran llevado con ellos y hubiera perdido.

Me separé un poco para mirarle a la cara, aunque la distancia era escasa, aún así no me importó.

- Sabes que eres mi héroe, ¿verdad?- le sonreí tiernamente con un sonrojo.

- tú...- se sorprendió, pero después sonrió de lado- claro que lo sé, ¿por quién me tomas?

Volvimos a estar en la posición de antes, sus latidos me calmaban de verdad. Estar en sus brazos hacía que me relaje completamente, hasta casi dormirme.

El silencio no era incómodo, más bien, daba gusto no escuchar nada más que nuestros latidos y respiraciones.

- Por cierto- se separó del abrazo para buscar algo en una pequeña mochila que trajo- tienes que tomarte esta puta medicina.

Reí ante sus palabras, dejándolo desorientado.

- ¿No hay ni una sola oración en la que no digas un insulto?- cogí la medicina- gracias.

- No, no hay ni una maldita oración en la que no diga un puto insulto- veía atentamente como bebía la medicina- ¿No te desagrada? Maldita sea, eso es demasiado dulce.

- No me gusta mucho el dulce, pero me he acostumbrado. ¿A ti no te gusta el dulce?

- No, prefiero el puto picante. ¿Algún problema con eso?- volvió a hacer mini explosiones. Como siempre.

- Nope~- terminé de beber la medicina- en realidad me gusta el chile y esas cosas- sonreí orgullosa- ¡No soy como los demás!

- Ya, si eso ya lo sé, joder- rodó los ojos- tu anormalidad supera a los demás.

- Oye...- hice un puchero.

- ¡Deja de hacer malditos pucheros!- cogió mis cachetes.

- Jajajaja, o-oshe, esho duelle, jajajaja- después de unos minutos dejó de molestarme y, cansados, nos acostamos en la misma cama.