Bad Little Boy (SeSoo)

4

SeHun estaba feliz y casi seguro que este momento era el mejor de su vida; como si aquella mañana estaba tentada a ser la más épica de toda su vida, (Tampoco era como si nunca hubiera sido feliz, pero tal vez no de esta manera), lo era si, estando con su familia y amigos, pero esto era tan distinto; ya que sentía mariposas en sus estomago y el corazón se le aceleraba.

Miraba el rostro sereno de KyungSoo dormir: aquel tenia las mejillas sonrosadas, quizá por el calor que las sabanas que combinadas con su cuerpo desprendían, la cosa es que KyungSoo se veía hermoso; su cabello embarañado por frotarse constantemente con la cama. SeHun era de los que creían, que todos al despertar lucimos realmente mal, pero, en ese momento difería sopesando que se había equivocado, ya que cierta persona que yacía acostada a su costado, era hermoso.

— Eres mas lindo de lo que recordaba —susurro evitando así despertar al chico de ojos grandes.

La curiosidad no lo dejo mas y sin persuadir acerco un pulgar a sus pestañas para detallarlas. Hasta sus ojos cerrados eran hermosos y ese botón de nariz respingona y a la vez boluda, resaltaba de una manera adorable.

Se giró a mirar el despertador y vio que aun era temprano para alguien como él, que los domingos solía levantarse antes de las nueve, por lo que las siete de la mañana se le hacía una excelente hora. Esperaba que KyungSoo durmiera por un rato mas, con esto maldijo un poco por lo anterior ya que el mencionado comenzó a removerse entre las sabanas. Acto seguido se estiro aun sin abrir los ojos soltando un pequeño bufido de los labios.

— Buenos Días —lo saludo el niño de ojos grandes aun con voz ronca.

— Hola —respondió SeHun tratando de imitar la voz ronca como si acabase también de despertar.

— ¿Qué horas es? —preguntó KyungSoo mientras se giraba a verlo colocándose de lado.

— Aun son las siete —dijo fingiendo aún sueño.

— Pero si es muy tarde —exalto el mas bajo mientras comenzaba a reincorporarse en la cama.

— ¿Tarde? —SeHun pregunto— Pero es domingo... este día se hizo para descansarlo completo.

KyungSoo lo miro como si SeHun le acabase de decir la mayor barbaridad posible. Ya que sus domingo eran de como mínimo, estar duchado y de pie a esa hora, para después poder preparar el desayuno para su Papá, él cual salía desde muy temprano a jugar golf con sus amigos.

— Yo... —trató de buscar las palabras correctas de su rutina dominguera.

— El domingo Myung y yo vemos televisión toda la mañana y después salgo a patinar con los chicos—lo interrumpió SeHun— ¿Qué haces tus domingo? Debes salir muy lejos para apresurarte desde temprano.

— Yo debo de atender a Papá —le contesto KyungSoo como si fuera la cosa más obvia del mundo.

— ¿Tú Mamá no lo hace? ¿No se encarga de eso? —preguntó con insistencia—, Vaya, la gente rica si que tiene unas costumbres raras.

— Yo... —susurro a KyungSoo—, ella no está —dijo para si mismo.

— ¿Qué pasa? —preguntó SeHun, puesto que no lo había escuchado. Se giró a observarlo y noto que KyungSoo tenía las sabanas apretándolas contra sus dedos.

— Yo no tengo Mamá —esta vez fue un poco más claro en lo que agregó.

SeHun se quedo estático ante aquello, sintió un sudor frío recorrer por su columna vertebral. No pudo haber sido tan bocón con KyungSoo, ¿le habría ofendido?

— Perdón... Yo no lo sabia —trato de disculparse.

— Esta bien, es algo con lo que he vivido siempre —aseguró el más bajo alzando los hombros de una manera tensa.