Jungkook se sentía frustrado.
Había hecho todo mal, desde el principio. Y seguía haciéndolo todo mal. ¿Qué le pasaba?
Quizá hacía mucho tiempo que había dejado el romanticismo a un lado y ahora no sabía cómo tratar a una chica, más que para sexo casual de una noche. ¿En qué se había convertido?
Entró de nuevo a la fiesta, yendo directamente hacia su mesa, tratando de buscar a Doyeon y a Rosé, pero no las encontraba por ninguna parte así que giró a la pista de baile.
Rosé estaba en ella, tomando de las manos a Doyeon, enseñándole a bailar. La escena era realmente tierna y todo dentro del pelinegro se conmovió y se llenó de calidez.
Giró hacia su izquierda, donde un par de mujeres cotorreaban acerca de Rosé, para nada discretas.
—No entiendo qué hace aquí, nunca la he visto antes —comentó una de ellas, mirándola con desprecio.
—No le des tanta importancia, se nota que es una oportunista, quizá sólo entretenimiento —rió la segunda mujer.
—Tienes razón, la vi llegar con Jeon Jungkook, para luego irse con Park Jimin, definitivamente ésta busca dinero.
—De todas maneras ninguno de los dos le ha hecho caso, al final terminó sola. Qué patético.
Ambas mujeres rieron, levantándose segundos después de sus lugares para recoger sus bolsos e irse de la cena. Jungkook las miró de manera venenosa, lástima que ninguna de ellas haya captado aquella mirada.
Así mismo, Jungkook fue capaz de ver esta vez a su costado derecho, varios hombres cuarentones del grupo de inversionistas comiéndose a la castaña con la mirada, incluso bajando un poco la cabeza para ser capaz de ver lo que hubiese debajo del vestido de Rosé.
El pelinegro se asqueó ante ello y decidió unirse a ellas, para evitar cualquier tipo de acercamiento mal intencionado.
—¿Me conceden esta pieza? —Jungkook estiró sus manos, paciente, esperando a que ambas chicas tomasen una de ellas.
Doyeon no tardó en sonreír y tomar la mano izquierda de su padre, adoraba bailar con él y quizá esta sería una linda oportunidad para obtener un acercamiento entre su padre y su unnie.
—En realidad yo... —trató de excusarse la castaña, sabiendo perfectamente que lo que menos necesitaba en este momento era tener a Jungkook cerca.
—Vamos, Rosé unnie. —insistió Doyeon, no queriendo que sus planes se arruinaran— Sólo será esta canción y realmente quiero bailar con ambos.
Rosé suspiró, para luego asentir con resignación. Ella sabía muy bien que no era lo más apropiado iniciar una discusión de nuevo y delante de Doyeon, así que tomó con cuidado la mano derecha de Jungkook, tratando de no reparar en la cálida aspereza de su palma.
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Looking For Mom - Rosekook [#1] ᶜ
FanfictionJeon Doyeon sólo ha tenido a su padre desde que tiene memoria. Nunca conoció a su madre y nunca se empeñó en hacerlo, pero siempre ha sentido un extraño calor en su pecho que hace que una necesidad crezca en ella fervientemente. ¿Qué sucederá cuando...