Looking For Mom - Rosekook [#1] ᶜ

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La ceremonia había terminado hacía unos minutos ya y ambos chicos estaban hablando con los novios, divirtiéndose con las bromas de Taehyung y programando una salida para los cuatro.

Rosé estaba contenta por su amiga, Lisa le había contado sus planes para la luna de miel, así que por ese motivo habían cuadrado aquella salida antes de que aquellos dos tórtolos de fueran por casi un mes a Dubai.

Pero a la vez se hallaba bastante inquieta al no ver a Doyeon por ninguna parte, así que se acercó a Jungkook para comentarle sus dudas.

—Amor, no veo a Doyeon por ninguna parte —Rosé estaba preocupada, la pequeña había pasado de estar pegada a ella como una garrapata todo el tiempo, a estar alejada de ambos lo máximo posible.

—Ven, vamos a buscarla —dijo Jungkook, tomando de la mano a Rosé para que ambos pudiesen caminar en los alrededores para buscar a su hija sin perderse entre la cantidad de gente que había en la fiesta.

Luego de unos minutos de preocupación, hallaron a la pequeña en brazos de la misma chica que había estado con ella en el parque, esta vez ambas estaban abrazadas la una a la otra con aire nostálgico a su alrededor.

La pequeña le había contado sus inseguridades acerca de su próximo hermano, el miedo a que su padre y Rosé dejasen de quererla y le prestaran menos atención y los sentimientos que había estado teniendo estos últimos días en los que se había enterado de la noticia. Jennie había intentado calmarla, diciéndole que la tenía a ella y que su atención siempre estaría solo en ella, Doyeon se había calmado después de eso y de un cálido abrazo que le propinó la pelinegra.

Jungkook al verlas, palideció por completo. No podía ser que ella estuviese ahí, no después de tanto, tan descaradamente.

—Yo iré por ella, siéntate ahí mientras volvemos —le pidió Jungkook, señalando unas sillas cerca de donde se hallaban parados.

—¿Qué? ¿Por qué? —preguntó Rosé, confundida— Aquella es la misma desconocida que le compró un helado a Doyeon en el parque.

Y Jungkook palideció aún más.

—Por favor, quédate aquí —casi rogó Jungkook, tomándola por los hombros.

—No quiero —refunfuñó la pelirroja, no cediendo a todo ese asunto.

Jungkook suspiró de forma temblorosa.

—Rosie, aquella chica es Jennie. La madre de Doyeon. —la expresión que tuvo Rosé en su rostro fue inexplicable, sólo supo que le invadió la rabia, el temor y los nervios— Por favor, quédate aquí.

Y finalmente la chica asintió, porque sabía que aquella era una situación que no le correspondía, ya que no sabía nada de la historia de los tres y no podía opinar nada al respecto. Sólo sería una presencia contraproducente.