La mañana del 24 de diciembre Doyeon se levantó con especial entusiasmo. No había dormido mucho la noche anterior, pues ansiaba mucho la cena navideña que tendría con su familia esa noche y los regalos que recibiría la mañana del día siguiente.
Hace unos días había escrito su primera carta a santa, pero no estaba segura de si lo que le había pedido se lo cumpliría, si mandaría a la cigüeña a su casa o hablaría con Rosé unnie. Se suponía que tenía que escribir esa carta los primeros días de diciembre, así que tenía miedo de que hubiese sido demasiado tarde.
Se levantó de su cama de un salto y se encaminó a la habitación de su padre, para comprobar si se había despertado. Jungkook estaba terminando de abotonar su camisa cuando su hija entró a su cuarto con su bonita pijama roja con rayas blancas.
—Vé a bañarte, conejita, ya es tarde —la saludó Jungkook, acariciando y besando su cabeza con una sonrisa.
Doyeon se había acostado muy tarde esa noche, su padre se dio cuenta al ver que su lámpara de noche se apagó al rededor de las dos de la mañana, pero Jungkook no se preocupaba por ello, su pequeña en esas épocas del año no podía dormir del nerviosismo que se adueña a de su pequeño cuerpecito, así que se había levantado a las doce y media.
—¿Y Rosé unnie? —preguntó la pequeña, observando la habitación de su padre, como si la fuese a encontrar de repente en ella.
—Ella vendrá más tarde, no te preocupes, prometió que te ayudaría con tu peinado, ¿recuerdas? —Doyeon asintió con entusiasmo, así que se adentró lo más rápido que pudo al baño.
Un poco más de una hora después, la pequeña ya se hallaba vestida, con el cabello húmedo cayendo por sus hombros y notablemente feliz. Se sentó en la mesa con su padre y esperó a que le sirvieran su almuerzo, realmente tenía mucha hambre.
—Conejita, debo decirte algo importante antes de que venga Rosé —habló Jungkook con cuidado, acercándose más a ella.
—¿Qué sucede? —preguntó la pequeña con confusión.
—Leí la carta que le escribiste a Santa, y lamento decirte que no es posible. —se lamentó Jungkook, observando que la pequeña perdía progresivamente el brillo en sus ojos. El pelinegro se odió por ello, así que trató de explicarse mejor para que el daño no fuese tan grande— Santa no puede traer hermanitos, pero tiene en cuenta tu deseo, así que probablemente se demore en traerlo, porque un hermanito tarda mucho tiempo en formarse, pero definitivamente algún día lo traerá. Y con respecto a lo otro, Santa no puede convencer a una persona de hacer algo. Pero recuerda que ella te quiere mucho, te dije que era cuestión de tiempo.
—Lo siento, papi —se disculpó la pequeña, agachado la cabeza, avergonzada.
—No te disculpes, conejita, no has hecho nada malo —besó la frente de su hija con cuidado, observando luego cómo las empleadas de su casa les servían a ambos su almuerzo.
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Looking For Mom - Rosekook [#1] ᶜ
FanfictionJeon Doyeon sólo ha tenido a su padre desde que tiene memoria. Nunca conoció a su madre y nunca se empeñó en hacerlo, pero siempre ha sentido un extraño calor en su pecho que hace que una necesidad crezca en ella fervientemente. ¿Qué sucederá cuando...