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Al día siguiente, Rosé había amanecido con un leve dolor en el cuello

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Al día siguiente, Rosé había amanecido con un leve dolor en el cuello.

Observó a su alrededor con cautela, intentando percibir el lugar en donde se hallaba, hasta que cayó en cuenta de que estaba recostada en un brazo y que otro más lo abrazaba fuertemente por la cintura. Sonrió para sus adentros, había aprendido a distinguir el olor característico de Jungkook de forma inconsciente.

Llevó una de sus manos a la contraria, perteneciente al brazo en el que se hallaba recostada, y entrelazó sus dedos con los contrarios, sintiéndolas suaves y que encajaban a la perfección.

Pero súbitamente, sintió cómo ahora ambas manos sostenían su cintura con firmeza y la apretaban contra un cálido pecho, mientras la nariz de Jungkook se escondía entre la curvatura de su cuello, enviándole breves espasmos al sentir la inhalación y exhalación del pelinegro contra su piel sensible.

—Estás despierta. —afirmó Jungkook, besando brevemente su cuello— Ahora es donde me doy cuenta de que en serio quiero y necesito despertar así todos los días. Contigo en mis brazos.

—Basta, harás que me sonroje —Rosé llevó sus manos hasta sus mejillas, en un vano intento de ocultar el evidente sonrojo en sus mejillas.

—Esa es la idea. Eres completamente adorable cuando te pones tímida —susurró el pelinegro con voz ronca. La castaña bufó e hizo el amago de levantarse del sillón de la sala en donde habían dormido, pero aquellos fuertes brazos no la dejaron— cinco minutos más~.

Rosé sonrió.

—Tengo que ir a ver cómo amaneció Doyeon —y esas parecieron ser las palabras mágicas para que Jungkook la soltara.

Chaeyoung soltó una pequeña carcajada antes de caminar rápidamente hasta las escaleras para subir al cuarto principal, en donde estaba la pequeña. Y entonces recordó el cómo la había llamado ayer.

Rosé salió de la habitación con un sentimiento inexplicable en su pecho. ¿Doyeon le había dicho mamá? ¿La misma Doyeon que le había dicho que lo que más deseaba era una madre?

La chica sintió sus ojos picar y un nudo enorme se atoró en su garganta, haciendo que de repente se sintiera completamente débil y desprotegida, sentía sus piernas temblar y en lo único que acertó en ese momento fue en bajar las escaleras y volver a la sala junto a Jungkook.

—¿Qué sucedió? —preguntó Jungkook con el ceño fruncido al ver a Rosé entrar a la sala con los ojos a punto de desbordar todas las lágrimas que estaba conteniendo.

La castaña no dijo nada, simplemente se abalanzó hacia Jungkook, abrazándolo y escondiendo su rostro en su pecho para que fuese incapaz de verla llorar.

Odiaba ser tan sensible.

>>¿Estás bien? —preguntó Jungkook, cuando escuchó que los suaves sollozos por fin habían llegado a su fin.

Looking For Mom - Rosekook [#1] ᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora