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El mes había terminado de forma sorprendentemente rápida y Jungkook había preparado una sorpresa para su hija y su novia

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El mes había terminado de forma sorprendentemente rápida y Jungkook había preparado una sorpresa para su hija y su novia.

Había solicitado vacaciones de mitad de año, las cuales claramente no le habían negado, ya que el jefe se trataba de su padre y Jungkook había trabajado arduamente por ello. Preparó un destino que sabía que a ambas les iba a fascinar, así que tenía altas espectativas en ello. Además, resultaría sencillo, ya que Doyeon también tenía vacaciones de verano.

Interrumpiendo sus pensamientos, Taehyung entró a su oficina con una enorme sonrisa en su boca y un eufórico brillo en sus ojos.

—Me caso —anunció con alegría, mientras le extendió una invitación en pergamino blanca con detalles y cintas doradas.

Jungkook rió antes de extender su mano a su amigo, tomando la invitación entre sus manos.

—¿Quién es la afortunada? —preguntó Jungkook, teniendo una idea muy clara de la respuesta, pero aún así queriendo escucharla.

—Lisa —respondió su amigo, ensanchando su sonrisa.

—Me alegra que las cosas hayan terminado bien para ustedes después de todo —felicitó Jungkook con honestidad.

Originalmente, todo había sido una apuesta entre amigos. Lisa había estado enamorada de Taehyung desde que el grupo de amigos estaba en preparatoria. Jimin y Jungkook habían hecho una pequeña redada para que se ilusionar a aún más con su amigo, sabiendo incluso que él no era de relaciones serias. Le habían roto tanto el corazón que a los tres les sorprendía incluso que siguiese amándolo, pero al parecer Taehyung se había terminado enamorando de Lisa también y la scosas habían terminado bien después de todo.

—¿Qué puedo decir? La amo y creo que ya no estoy para jugar —argumetó Taehyung sentarse frente al escritorio de su amigo, con el objetivo de contarle todas las planificaciones de la boda.

🐰🌹

—¿Viste eso, mamá? ¡Soy muy buena montando bicicleta! —exclamó Doyeon con emoción mientras le enseñaba a Rosé algunos "trucos extremos" en su bicicleta que había aprendido con los niños del parque, los cuales consistía principalmente en avanzar y retroceder rápidamente mientras giraba el manubrio para dar vueltas, protegida por las ruedas de seguridad traseras.

—¡Claro que lo vi! Con un par de trucos más, ya serás toda una profesional.

Habían salido ambas un rato al parque, luego de planear algunas cosas importantes para la fiesta de cumpleaños de Doyeon, como los colores que tendrían las mesas y las decoraciones o qué servirían de comer. La pequeña estaba entusiasmada con la fiesta, pero se habían cansado muy rápido en darle tantas vueltas al asunto que habían decidido salir a jugar, a la pequeña le vendría bien divertirse y, a decir verdad, Rosé también necesitaba un poco de aire fresco, estar tanto tiempo en casa la tenía un tanto sofocada, incluso llegaba a marearse un poco, así que el hecho de estar en el parque con el tenue calor de la tarde mientras comía un helado le resultaba reconfortante.

Pero entonces, un pequeño trueno irrumpió el cielo en calma, y entonces la chica supo que pronto llovería.

Rápidamente, se levantó y llamó a Doyeon, quien no dudó en ir tras la mayor. Ambas volvieron a casa segundos antes de que empezará a llover estrepitosamente. Doyeon se quejó, al ver que ya no podría jugar más con su bicicleta afuera, así que la guardó en una esquina del garaje y subió a jugar con sus muñecas, resignada.

Para animarla, Rosé decidió hacer galletas en forma de animalitos y preparar su cena favorita. Así que se dio a la tarea de ello.

Una hora más tarde, justo cuando estaba sacando las galletas del horno e iba a empezar a picar todo lo que necesitaría para las pastas favoritas de Doyeon, la puerta principal se abrió en un acogedor eco.

—¡Papi! —saludó Doyeon antes de correr a sus brazos. Rosé sonrió al imaginar la escena.

—¿Qué hizo hoy mi conejita? —preguntó Jungkook mientras sonreía y besaba la mejilla de su hija.

—¡Fuí al parque con mamá y aprendí muchos trucos en mi bicicleta! ¡Cuando deje de llover te los mostraré! —contó la pequeña con emoción, bajando de los brazos de su padre— ¡Te mostraré el dibujo que hice ahora!

Y entonces Doyeon corrió escaleras arriba hacia su cuarto para poder buscar el dibujo.

Jungkook sonrió y entonces entró a la cocina con sigilo, abrazando a su novia por la espalda, la cual estaba apoyada con ambas manos en la encimera. Jungkook acarició su cintura y empezó a regar besos por todo su cuello, mordiendo levemente también.

El único problema es que Rosé no lo estaba disfrutando.

Llevó una mano a su boca y se alejó rápidamente de Jungkook, quien la miró totalmente extrañado. La chica estaba pálida, temblaba un poco y sus ojos se veían aturdidos.

—Amor, ¿qué pasa? —preguntó, pero no hubo respuesta alguna, ya que la chica corrió rápidamente hasta salir de la cocina.

Jungkook, preocupado, la siguió hasta el baño, que era hasta donde se había dirigido. Y entonces, ya en el umbral de la puerta, pudo ser capaz de escuchar arcadas y el vómito caer al inodoro. El pelinegro abrió sus ojos en preocupación y le ayudó a recoger su cabello con una mano mientras que con la otra le acariciaba la espalda. Su novia estaba vomitando hasta lo que no había comido, nunca había visto a nadie vomitar con tal magnitud.

Luego de unos minutos, una temblorosa Rosé había terminado de expulsar todo lo que tenía en su estómago e intentó levantarse para llegar al lavamanos y lavarse los dientes, pero incluso eso parecía una tarea demasiado difícil. Estaba muy mareada.

Jungkook tiró de la cadena del baño y observó cómo las temblorosas manos de su novia intentaban tomar si cepillo de dientes, pero cayéndosele sin remedio. Suspiró pesadamente antes de abrir con cuidado el grifo y llevar un poco de agua a su boca entre espasmos. Se enjuagó con ella y volteó a ver a Jungkook, aún muy débil y muy mareada.

Jungkook la sostuvo entre sus brazos mientras la miraba con preocupación. Rosé estaba demasiado pálida, sua labios habían perdido su característico color cereza y ahora sudaba frío.

—Voy a llamar a un doctor —anunció Jungkook, intentando tomar su teléfono de su bolsillo, pero una débil Rosé impidiéndoselo.

—N-no... Yo e-estoy bie...

Y eso fue lo último que dijo antes de caer desmayada a los brazos de su novio.

Somos #1 en Rosekook 😭❤️

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Looking For Mom - Rosekook [#1] ᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora